Era uno de los mejores amigos de Aznar y el predecesor de Rodrigo Rato al frente de Bankia. Miguel Blesa de la Parra nació en Linares (Jaén) en 1947. Abogado de profesión, rápidamente subió peldaños en el seno de Caja Madrid hasta que llegó a la presidencia. El nombre de Blesa ganó peso en el panorama mediático cuando salió a la luz el caso de las tarjetas black, el escándalo sobre las tarjetas de crédito opacas que mancharon el consejo de administración del banco, entre los cuales se encontraban perfiles políticos de formaciones tan diversas como el PP e IU.
Blesa nació en Linares, un pueblo de la provincia de Jaén hace 69 años. Se licenció en Derecho y posteriormente, en 1978, pasó las oposiciones para entrar en Hacienda, concretamente en el cuerpo de inspectores fiscales del Estado. En ese proceso conoció a José María Aznar, que se convirtió en uno de sus mejores amigos y al que se mantuvo fiel siempre. En 1986 decidió abandonar ese puesto para convertirse en especialista en derecho tributario. Para ello, creó su propio bufete con dos socios más: así nacía el bufete Blesa, Colmenar y Guío.
Auge de Caja Madrid...
Esa aventura le duró poco porque en 1993 ya saltó a Caja Madrid, empresa por la que se le recuerda especialmente: primero como consejero en el consejo de administración, y después como director de dicho órgano en 1996. Justo el mismo año que su amigo íntimo, José María Aznar, accediera a la presidencia del Gobierno.
A partir de ese momento, Blesa catapultó la entidad hasta duplicar sus beneficios en tan solo seis años. Era el momento soñado: la burbuja inmobiliaria, el auge económico y el giro político de España hacia la derecha. La gestión de Blesa fue alabada por el sector financiero: en 2005, recibió el premio al mejor presidente de entidad financiera.
...y declive
Pero la alegría duró hasta donde duró. Blesa empezó a invertir en empresas alrededor del mundo, como la mexicana SuCasita o la estadounidense City National Bank, que acabaron mellando la situación económica de la entidad. En ese contexto, Caja Madrid empezó a vender productos abusivos a miles de clientes de la entidad y conceder créditos millonarias de dudosa fiabilidad, que al final acabaron con la caja. Y en esto Blesa tuvo una gran responsabilidad.
A parte de llevar las riendas de Caja Madrid, Blesa fue consejero independiente de ACS entre 2003 y 2005 y en junio de 2006 fue nombrado consejero dominical de FCC. Ambas empresas constructoras en pleno auge. Pero en 2008 el estallido de la crisis atacó especialmente a este sector, que también tenía una estrecha relación con los bancos y cajas. Caja Madrid, entonces la segunda caja del Estado, cayó y con ella también Blesa: en 2010 nacía Bankia, fruto de la fusión de Caja Madrid, Bancaja, Insular de Canarias, Caixa Laietana, Ávila, Segovia y Rioja. El sucesor de Blesa fue otro perfil estrechamente vinculado al PP, Rodrigo Rato.
Tarjetas black
Blesa quedó manchado por el escándalo de las tarjetas black, unas tarjetas de crédito ilimitadas que sirvieron al consejo de administración de Bankia para realizar pagos por centenares de miles de euros con dinero de la entidad. De hecho, Blesa fue condenado por este caso el 23 de febrero de este año, de la misma forma que Rodrigo Rato, su sucesor al frente de la entidad. El que fuera presidente de Caja Madrid llegó a gastar 436.688 euros con tarjetas opacas.
Blesa ha aparecido muerto esta mañana en una finca de Córdoba con un tiro en el pecho. Habría cumplido 70 años el 8 de agosto.