El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, aterrizó en el aeropuerto de Zaragoza el pasado 18 de abril para recibir tratamiento médico y recuperarse de la Covid-19. Su estado era muy grave, ingresó en la UCI del Hospital San Pedro de Logroño, pero actualmente se encuentra fuera de peligro aunque continúa ingresado.
El viaje de Ghali fue justificado por el gobierno de Pedro Sánchez por "razones estrictamente humanitarias". Pero a partir de aquí, Marruecos encajó muy mal la noticia y llamó al embajador español, Ricardo Díez-Hochleitner Rodríguez, a una reunión de urgencia en la sede del Ministerio de Exteriores de Rabat, "con el fin de expresarle su malestar por la presencia del presidente saharaui en un hospital español" de Logroño.
Marruecos, tal como ha reconocido la ONU, es una potencia ocupante del Sáhara Occidental. Pero las contradicciones de este régimen bajo la monarquía de Mohamed VI son muchas: Marruecos ha ratificado el Acta Constitutiva de la Unión Africana (UA), de la cual la RASD es fundadora y, por lo tanto y de rebote, el reino alauí reconoce la RASD como un estado africano independiente. Ahora, entra en el chantaje con el gobierno de Pedro Sánchez por la vía de abrir el grifo a la crisis migratoria y la llegada de familias enteras a Ceuta. La segunda amenaza podría ser cortar las relaciones económicas en materia de pesca. Y en la raíz de todo: Ghali, un líder que ha crecido en paralelo a las reivindicaciones de los saharuis.
El Sáhara de Franco
Los hechos se remontan mucho antes de la irrupción de Ghali. En febrero de 1976, España abandonó su antigua colonia en el Sáhara Occidental después de 91 años de permanencia, dejando atrás un territorio ocupado militarmente por Marruecos y Mauritania y con un proceso de descolonización en virtud de unos acuerdos con Madrid firmados en noviembre de 1975. Con ellos, el régimen franquista se desentendía de sus obligaciones como potencia administradora y cedía la administración del territorio a Rabat y Nuakchot. Desde entonces, los saharuis han soportado 45 años de exilio y ocupaciones con una represión feroz, miles de desaparecidos, bombardeos en la población civil y penas abusivas.
Durante las primeras décadas después de la marcha española, Brahim Ghali era el responsable militar del ejército saharaui, que acabó en un conflicto con Marruecos y la construcción de un muro militar que, todavía, divide la antigua colonia. El año 1973, Ghali lideró la fundación del Frente Polisario, el movimiento de autodeterminación del Sáhara Occidental. Posteriormente, fue designado ministro de Defensa hasta el año 1989. De 1999 al 2008, fue el representante en España de este frente y sumaba cargos de responsabilidad diplomática por todas partes.
Brahim Ghali envía un mensaje desde Logroño
Con la muerte del presidente Mohamed Abdelaziz, se abrió el capítulo de la sucesión de esta república que acabó con la elección de Ghali como nuevo presidente, desde el 9 de julio del 2016. En los últimos días, Ghali ha enviado un mensaje a su población desde La Rioja. Asegura que se está recuperando y hace un llamamiento, especialmente, a las mujeres que sufren los abusos "de los ocupantes": "Envío un saludo especial a las mujeres y a los prisioneros civiles saharauis, unos leones que se mantienen tras las rejas terribles de las prisiones marroquíes, en circunstancias deplorables pero enseñando al enemigo su fe firme, con lecciones de perseverancia y fuerza de voluntad".
Esta crisis coincide con la celebración del Ramadán y una fecha destacada para la población del Sáhara: el miércoles 20 de mayo se celebran los 48 años de la creación de su Ejército Popular en 1973, cuando se llevó a cabo la primera acción armada para conseguir la liberación del colonialismo imperante. Una fecha que viene precedida por otra, la del 10 de mayo del mismo año, cuando se fundó el Frente Polisario. Ghali, todavía hospitalizado, reivindica estas fechas y no rendirse ante la represión marroquí.
En la pasada madrugada, se han vivido nuevos disturbios en Dajla, la segunda ciudad más importante del Sáhara Occidental, donde se han reproducido los enfrentamientos entre jóvenes saharauis y las fuerzas militares marroquíes. Según fuentes de defensores de derechos humanos, los manifestantes han tomado las calles de la ciudad para mostrar su solidaridad y apoyo a la destacada activista saharaui Sultana Jaya. Todavía no se conoce el número de heridos y detenidos y es una práctica habitual que, a grandes rasgos, tan sólo se pueden recoger datos por las imágenes que se publican en las redes sociales.