En la política, como en la vida, todo es posible. O casi todo es posible. El hombre de los últimos días en Madrid es el político y economista Ramón Tamames (Madrid, 1933), que está a punto de romper registros y mutar de un luchador antifranquista represaliado al candidato de Vox para la moción de censura en el Congreso de los Diputados que los ultras meditan registrar. Si se confirma, será, otra vez, una moción inocua e intrascendente, porque no tiene margen para triunfar, pero servirá para agitar el avispero de la vida política de la capital española. Santiago Abascal está dispuesto a tirarlo a los leones y está convencido de que podrá paralizar la izquierda por su pasado comunista y le permitirá fortalecerse ante la opinión pública "como la única y verdadera oposición" al gobierno "criminal" de Pedro Sánchez.
Ramón Tamames ha dado más vueltas que una peonza. Cerca de nueve décadas de vida en las cuales ha completado una reconversión ideológica estratosférica. En el área profesional es economista, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (vinculada al Ministerio de Ciencia e Innovación). En su vitrina de obras destaca Estructura económica de España, un libro convertido en un clásico sobre la economía española utilizado en las universidades, en círculos económicos y financieros.
Pero el currículum político de Tamames tiene una variedad cromática completa. Este madrileño se relacionó estrechamente, desde joven, con la izquierda. En los años cincuenta, en plena dictadura franquista, fue un activista estudiantil contundente contra el régimen, motivo por el cual lo metieron en la cárcel en 1956. En las postrimerías del franquismo se afilió al clandestino Partido Comunista de España (PCE) liderado por el omnipresente fumador Santiago Carrillo. De hecho, tan pronto como Franco murió entubado en la cama, fue diputado de esta formación en la legislatura que activó la Constitución de 1978.
La carrera se aceleró vertiginosamente a partir de 1985 cuando fue uno de los fundadores de Izquierda Unida (IU) después de pasar por el Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Enrique Tierno Galván. A partir de entonces empezó a abrazar postulados cada vez más conservadores hasta el punto de que partió peras con IU y se afilió al Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez. Después abandonó la política activa y se concentró en la actividad académica. Ahora lo hemos reencontrado negociando para convertirse en un aliado de Vox en el Congreso de los Diputados. Eso sí, su posición sobre Catalunya ha sido hierática y sin fisuras.
El independentismo "necio"
Tamames publicó en el 2014 el libro ¿Adónde vas, Cataluña? Cómo salir del laberinto independentista donde reflexiona ampliamente sobre el papel de Catalunya dentro del estado español. En una entrevista emitida en la plataforma Youtube en 2019, este catedrático apuntaba que la independencia de Catalunya "era el problema número 1 de España" y calificó de "necedad" los planteamientos independentistas teniendo en cuenta que "se puede vivir mejor, en un país mucho más completo, mucho más grande que forma parte de Europa y que es una garantía". Además, destacaba que el derecho al autodeterminación "no existe en la Constitución" recordando que "se discutió y se rechazó" durante las sesiones constituyentes. Antes del otoño de 2017, en enero de 2016, en una carta enviada a Mariano Rajoy a través del diario de centro reformista La República de las Ideas, Tamames avisó de que el Estado tenía al alcance el artículo 155 de la Constitución para frenar el desafío del gobierno independentista de la Generalitat. Y así fue.
El viraje ideológico de 180 grados
En la vejez, Tamames se ha entregado a la ultraderecha. ¿Y él cómo justifica esta metamorfosis? En una entrevista en el diario Las Provincias del 2013 explicó: "En temas internacionales y ecológicos, mi postura no cambiado nada. En lo económico, sí, aunque nunca estuve por la nacionalización de los medios de producción ni por la dictadura del proletariado". Y seguía afirmando que él militaba en el PCE "porque se tenía que promover una constitución democrática". Además, entrevistado por Televisión Española en diciembre del 2022, el catedrático reconoció que dijo a Carillo que "el marxismo – leninismo no era una ciencia, sino una corriente de pensamiento antidemocrática". Aun así se afilió al PCE porque "era el único partido que luchaba contra el franquismo". Y eso que a Tamames tampoco le gusta remover mucho el pasado, porque responde "deje la historia" cuando le preguntan por la retirada de simbología franquista.