El conseller Quim Forn no confía en la efectividad de la mesa de diálogo. A pesar de reconocer que esta no tiene que ser descartada, ha declarado que "habría que evaluarla cada vez que se fuera para ver si tiene algún sentido". "El conflicto no se solucionará en ningún despacho", ha asegurado.
Así lo ha declarado durante su intervención en el acto Des de la presó en la 53.ª edición de la Universitat Catalana d'Estiu (UCE). en la cual también ha aprovechado al insistir en la importancia del entendimiento entre los principales partidos independentistas. Una unidad que "hizo posible el 1-O" y que "podemos repetir".
Presión de Europa después del 1-O
En este sentido, ha hecho autocrítica con respecto a la actuación en los días posteriores al referéndum por parte de los partidos del Govern. "Hasta el día 3, había unidad, que después se resquebrajó, eso nos debilita", ha insistido. "El 3-O, probablemente, tendríamos que haber hecho alguna cosa más, pero tenemos que tener en cuenta la información y las presiones que teníamos. Desde varios estados europeos nos decían que el 1-O había sido un éxito, pero que no lo teníamos que estropear con declaraciones que no podían reconocer. Eso es lo que ellos nos decían", se ha justificado.
"Yo creo que había un límite que no se podía superar, y era el de la violencia. Teníamos que seguir la vía cívica y pacifica. Sí que es verdad que con una vía pacifica, el día tres tendríamos que haber aprovechado la fuerza que teníamos", ha reconocido.
Buena valoración del referéndum
Aun así, ha hecho una valoración positiva del referéndum y se ha mostrado optimista de cara al futuro: "2 millones y medio de personas votaron. Esta capacidad de autoorganización nos tiene que hacer sentir orgullosos. No hemos hecho cumbre, pero nos hemos acercado". "Si antes lo teníamos claro, ahora más. Si alguien se pensaba que con la prisión, pediríamos perdón, esto no pasará"."Hemos llegado muy lejos, pero todavía queda un poco de camino. Nunca habíamos sido tantos", ha continuado.
Siguiendo esta línea, ha subrayado la importancia del trabajo hecho tanto del exilio como desde la prisión: "Hemos visibilizado el juicio ante los extranjeros. Creo que desde este punto de vista, nosotros conseguimos el que se podía conseguir y los pequeños triunfos a nivel legal en la UE importantísimos".
Continuar trabajando, pese a la inhabilitación
Según ha explicado Forn, durante la estancia a prisión antes de la concesión de los indultos por parte del gobierno de Pedro Sánchez, la relación entre los presos independentistas a era "muy buena, de hermanos". "En prisión relativizas las cosas, y dejas las diferencias de partido de lado, a veces más de lo que se hacía afuera", ha vuelto a criticar el conseller. Así, ha revelado que, una vez en libertad - pero aun inhabilitados hasta el año 2030 - han salido "fuertes y con ganas de continuar, a pesar de no ocupar ningún cargo".