“Solo que hubieran tomado las mismas precauciones con el imán de Ripoll que las que tomaron con los independentistas espiados a través de Pegasus o con los agentes infiltrados durante años en las entidades sociales, las cosas, posiblemente, hubieran sido bien diferentes”. La comparecencia del conseller de Interior de la Generalitat en 2017, Quim Forn, en la comisión de investigación del 17-A ha tenido dos líneas principales de actuación: arremeter con dureza contra la policía española a raíz de la gestión anterior y posterior de los atentados y reclamar respuestas para los interrogantes que todavía sobrevuelan los hechos. En esta línea, Forn ha emplazado a los diputados a “seguir pidiendo desclasificación” de información del Centro Nacional de Inteligencia. “No se ha dado todo, hay mucha más información de la que se ha dado”, ha esgrimido. Y ha apuntado que lo que desclasificó el Gobierno hace unos días “se podía deducir” del sumario del caso Chacal (una operación policial que tenía como objetivo desarticular una célula terrorista dedicada a enviar combatientes al conflicto de Irak para integrarse en Al Qaeda que estaba implantada en el entorno de la mezquita de Vilanova y la Geltrú, de la que Es Satty era imam suplente). “Yo creo que es evidente que aquí hay mucha más información que habría que conocer”, ha remachado Forn. De hecho, después de la primera desclasificación, que reveló que el CNI quiso captar a Es Satty como confidente en tres reuniones y acabó descartándolo, Junts solicitó que se desclasifique la información de las llamadas de Es Satty con el CNI fuera de la prisión. Antes que Forn, ha comparecido el major Josep Lluís Trapero, que ha afirmado “nadie” del CNI informó a los Mossos sobre Es Satty antes del 17-A y ha relatado que fue tras los atentados cuando el CN “comunicó a los investigadores de la Comisión General de Investigación que habían tenido relaciones con él”.
🔴 Josep Lluís Trapero y Joaquim Forn comparecen en el Congreso por los atentados del 17-A, DIRECTO
📝 Trapero afirma en el Congreso que “nadie” del CNI informó a los Mossos sobre Es Satty antes del 17-A
“Quizás durante demasiado tiempo han preferido perseguir al momento independentista para impedir que pudieran votar y han olvidado a los que realmente podían cometer actos terroristas”, ha lamentado Quim Forn en su turno inicial. “En el Estado español nunca gustó que Catalunya y su gobierno con el presidente Puigdemont al frente dieran respuesta de estado y que eso fuera reconocido por todo el mundo”, ha defendido. “Me he remitido a los hechos y a partir de estos puedo constatar la enorme negligencia policial que ha tenido enormes consecuencias para la vida de muchas personas y por eso ahora pedimos la verdad y exigimos responsabilidad”, ha proclamado. “Celebro que esta comisión, aunque tarde, se pueda celebrar, y espero que ayude a dar respuesta a muchos interrogantes sin resolver”, ha defendido, antes de subrayar que “ha quedado patente que a algunas personas y algunas formaciones políticas les molesta saber la verdad, y sienten orgullo de su tarea obstruccionista que durante tanto tiempo ha impedido crear esta comisión y desclasificar una documentación que permita aclarar los hechos y dilucidar responsabilidades”.
Asimismo, ha elogiado la actuación de los Mossos d'Esquadra, una intervención que “recibió el reconocimiento unánime de la ciudadanía, con unas muestras de apoyo público que nunca habían visto” y que contó con una resonancia internacional “muy positiva”. Y ha disparado con dureza contra el Partido Popular y el Gobierno presidido por Mariano Rajoy: “Era evidente que esta reacción ciudadana y el reconocimiento internacional del trabajo de los Mossos no gustaría a todo el mundo. Lo tuvimos claro desde el primer momento y sabíamos que en el contexto en que nos encontrábamos habría una reacción política. Esta vino de la mano de la vicepresidenta del gobierno [Soraya Sáenz de Santamaría] que promovió una estrategia a través de algunos medios de comunicación con noticias falsas para ensuciar y cuestionar la actuación de los Mossos”, ha lamentado.
Forn denuncia las “interferencias y obstáculos” del Estado que “dificultaban” el trabajo de los Mossos
“¿Cómo se podía luchar con eficacia cuando la información de inteligencia no era compartida con la policía integral operativa en Catalunya?”, se ha preguntado Quim Forn. Y ha puesto dos ejemplos para poner de manifiesto las “interferencias y obstáculos del Estado que dificultaban el trabajo de la policía catalana”. Por una parte, ha relatado que “no se permitió” a los Mossos d’Esquadra hacer una convocatoria de 500 plazas “absolutamente necesarias para garantizar una mayor presencia en todo el territorio” (el Estado solo permitía 50). Por otra parte, “se detuvo durante meses” la compra de armamento que tenía el visto bueno de la Secretaría de Seguridad, pero que la Guardia Civil “paralizó”. “En una situación del arma terrorista de nivel 4 sobre 5, el Estado se dedicaba a regatear los recursos necesarios a la policía de Catalunya”, ha denunciado. Además, ha cuestionado las “enormes deficiencias de los organismos que tenían conocimiento de la existencia del imán y de su presunta implicación en hechos delictivos”.
El CNI quiso captar a Es Satty como confidente en tres reuniones, pero lo descartó
En la información que desclasificó el Consejo de Ministros a instancias de Junts hace una semana, se revelaba que el CNI se reunió en tres ocasiones con Es Satty en la prisión de Castellón con interés de captarlo como confidente, pero lo desestimó. “Se incidía en la tendencia al engaño y no sujeción al cumplimiento de directrices. Este análisis, unido a las conclusiones extraídas de las entrevistas, invalidaba a Es Satty para cualquier actividad informativa a beneficio de las misiones asignadas al CNI”, defendió marzo de 2018 Félix Sanz Roldán, el entonces director del CNI, en una comparecencia a la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.
📝 El CNI quiso captar a Es Satty como confidente en tres reuniones, pero lo descartó
Fue en 2014 cuando el CNI tuvo interés en captar como confidente a Abdelbaki es Satty, el eximán de Ripoll y que posteriormente sería el cerebro del 17-A. A pesar de esto, acabó cerrando la puerta a ello porque, después de tres entrevistas, consideró que había que mantener una “gran cautela” con un individuo de quien no se tenía “ninguna fiabilidad y confianza de quien”. Posteriormente, después de que en abril del 2014 Es Satty saliera de la prisión (donde estaba recluido por una condena por narcotráfico), el CNI lo siguió durante siete meses, pero no apreció “ningún indicio” que “pudiera estar radicalizado o en proceso de radicalización”, concluyó que no era un “riesgo para la seguridad” y le perdió la pista. Previamente a todo eso, en 2012, Es Satty había mantenido tres reuniones con la Guardia Civil.