Nueva alarma (y rabia) en los diarios de Madrid. La propuesta de Carles Puigdemont de plantear a Quim Torra como candidato a la Presidència de la Generalitat tampoco ha satisfecho a la prensa española, que viene hoy cargada de críticas y reprobaciones hacia la persona sugerida por el president.
Ahora bien. A pesar de que se muestran visiblemente satisfechos por la imposibilidad de investir a Puigdemont, también lanzan una advertencia al nuevo candidato, y es que el Estado seguirá trabajando para que se cumpla la ley y, en caso de que no sea así, actuará como lo ha hecho hasta ahora.
Lo más gracioso es que hay incluso algunos diarios que consideran que con Torra empezó el procés, sobretodo por soltar en 2014 —cuando era director del Born Centre Cultural— y, precisamente eso, les provoca todavía un rechazo todavía más monumental hacia al candidato.
Por todo eso, advierten de que será difícil, de momento, que el gobierno del PP levante la aplicación del artículo 155 de la Constitución española porque, según ellos, tiene toda la pinta de que la situación en Catalunya continuará como hasta ahora.
Obsesión xenófoba
La Razón, bajo el título "Una marioneta para la confrontación", carga contra la decisión de Puigdemont porque considera que "supone una pésima noticia para la futura estabilidad política e institucional del Principado" y, además, y por mucho que no esté perseguido por la justicia, creen que "su elección demuestra la voluntad del separatismo catalán de mantener la confrontación con el Estado".
Utilizando los tuits de Torra de 2011 con alusiones despectivas a los "españoles", los de Francisco Marhuenda se lamentan de que la candidatura de Torra "nos lleva a las peores muestras del fanatismo y radicalidad del independentismo, rayanas en la obsesión xenófoba, que, desafortunadamente, han provocado la dolorosa fractura social en la propia región".
Además, según su punto de vista, el "papel político al que sin duda estará llamado a jugar" será "de subordinación a Puigdemont", pero, lo que es más, ponen encima de la mesa que esta "solución provisional [...] sólo "puede ocultar la intención filibustera de poner fin a la legislatura cuando convenga a los intereses personales del dirigente fugado, siempre condicionados" y emplazan a la población a "no olvidarl su negro horizonte penal".
De hecho, su portada abre con el título "Puigdemont unge al 'títere' Torra para repetir elecciones", pero, al mismo tiempo, sostienen que "Puigdemont pretende, como quien maneja un títere, mantener la ficción de un gobierno en el exilio que, además, y es lo esperpéntico, rija los destinos de Catalunya".
Pero su frustración va aún un paso más allá y critican que su candidatura "supone un portazo y un desprecio a las ofertas de diálogo y colaboración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy" y, lo peor, llegan incluso a meterse con su "perfil psicológico".
Eso sí. Para terminar la editorial, se muestran aliviados porque la imposibilidad de investir a Puigdemont demuestra que "ha regresado a la región el estado de Derecho y el respeto al orden constitucional", pero, avisan, "el Estado seguirá velando por los derechos y los intereses del conjunto de los catalanes. De eso sí que tenemos razones para estar seguros".
Marioneta radical
El Español, que se lamenta de que "Puigdemont pone una marioneta para que Rajoy se autoengañe", define a Torra como un "radical" que, además, "cree que Catalunya es un país ocupado por los españoles desde 1714", motivo por el cual consideran que "el problema de la independencia no sólo no va a retroceder sino que sin duda cobrará un nuevo y folclórico impulso".
Pero todavía van un paso más allá. Definen al candidato como "dedazo de un caudillo bananero" y, justamente por eso, sueltan que "la anomalía catalana sigue creciendo imparablemente" y esto es, para ellos, "una provocación más que confirma la errónea política del Gobierno" de Mariano Rajoy.
Es justamente en este punto cuando empiezan a cargar contra el ejecutivo del PP. "Puigdemont está demostrando su fuerza mientras Rajoy da inequívocas señales de una cierta debilidad" y subrayan que "el arte de Rajoy para autoengañarse no parece tener límite".
Al final del escrito, vinculan a Torra con el inicio del procés por sus declaraciones cuando fue director del Born Centre Cultural por haber organizado en 2014 los actos para conmemorar y manipular el tricentenario de 1714 y haber soltado que desde entonces "vivimos ocupados". "Fue en torno a esta muestra que pontificaba sobre la invasión española donde se fue gestando el procés separatista actual", sostienen.
Además, se ponen al lado del líder de Cs, Albert Rivera, para darle la razón en relación al hecho de que pida más mano dura para Catalunya y, precisamente por eso, sueltan que "es más que probable que tras este nuevo disparate incremente si cabe su presión sobre el Ejecutivo para aguantar y endurecer todo lo necesario un 155 que hasta el momento, a la vista está, no ha logrado los fines que debería haber perseguido".
Perpetuar el desafío
Como los otros dos diarios, El Mundo abre su portada con la candidatura de Torra y, también como el resto, consideran que "Puigdemont designa a un títere para continuar con su rebelión" y "perpetuar el desafío", "consciente de que la perpetuación del conflicto con el Estado es la única baza que le salva aún de la irrelevancia".
Tildando al candidato de "separatista de acreditado fanatismo" y de "alter ego de Puigdemont, tan radical como él", cargan contra el president legítimo por "aspirar con esta elección a sentar en la presidencia de la Generalitat a un títere, un perfil manejable a distancia que se someta dócilmente a la voluntad del irredento prófugo de Berlín".
Con todos esos argumentos bajo el brazo, el diario citado se lamenta de que la candidatura de Torra "plantea serias dudas sobre la conveniencia de levantar el 155;tras un previsible govern completamente teledirigido por Puigdemont, que transmitió ayer el mandato de implementar la república declarada en octubre".
De hecho, en otro artículo, definen a Torra como la "opción más hooligan" y, como La Razón, usan sus tuits de 2012 para cargar, todavía más, contra su figura.
Interino nato
Para El País, que no usa su portada entera ni su editorial para hablar de esa cuestión, Torra tiene un "meteórico itinerario político de formas exquisitas en la distancia corta", pero advierten de que, a pesar de eso, tiene "fuertes convicciones independentistas", hecho que, según su punto de vista, "le convierte casi en un profesional del interinaje; casi a la fuerza".
De hecho, en este punto insisten en distintas ocasiones a lo largo de un perfil que han dedicado al candidato: "Quienes le conocen hablan de un personaje educado, con un punto british, y que sabe escuchar, si bien es ireductible por lo que a sus convicciones independentistas se refiere".
En otro artículo, sueltan que "aunque Torra hace parte del círculo de confianza de Puigdemont, liderará un grupo de consejeros que no ha escogido".
El hombre de paja
ABC, de su lado, tilda a Torra de "hombre de paja" porque, a su juicio, "el expresidente se resiste a desaparecer y designa a uno de sus fieles, independentista radical", aunque sostienen que "no hay duda de que la realidad política acabará arrinconando al expresidente". De hecho, una de sus mayores preocupaciones es "cuántas semanas o meses se tardará para que ello suceda".
Mientras, también se lamentan de que "con la voluntad de los partidos independentistas secuestrada por el empecinamiento del expresidente fugado en no desaparecer políticamente, la teórica y aparente normalización de la vida política que debería abrirse paso se resiste".
En otro escrito, le definen como "pata negra del independentismo". Y es que a ninguno de los diarios citados les ha gustado esta propuesta porque tienen claro que "la desobediencia se va a perpetrar". Con argumentos que pueden servir para casi cualquier otro diputado de JxCat, sería bueno ver qué hubiesen dicho si el candidato hubiera sido otra persona.