Sin sorpresas. Lluís Rabell, ninguna de filas de CSQP con permiso de Joan Coscubiela, ha glosado este mediodía el "no" de los postcomunistas a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Rabel, con un discurso guionado con el argumentario habitual de la formación, ha asegurado que un líder como Mas y un partido como CDC sospechoso de corrupción, "no puede aspirar a gobernar un país ni pilotar una transición democrática como la que se plantea". La tesi de CSQP es que el 27S "Catalunya votó sí pero no porqué atorgó una mayoria parlamentaria independentista pero perdió el plebiscito". Por tanto, para Rabell hay que dar un paso atrás para coger impulso y forzar referendum.
Rabell ha defendido hacer marcha atrás y recuperar el consenso por el derecho a decidir con el fin de acumular fuerzas para pactar un referéndum. La esperanza según el presidente de CSQP en el Parlamento es que "en España hay gente nos escucha como Podemos, IU o la Chunta Aragonesista" y que CDC no esté en el gobierno. "Necesitamos una hoja de ruta transitable y coherente para recuperar amplio apoyo para el derecho a decidir y eso no será con gobierno liderado por CDC", ha concluido. Tampoco Rabell ha querido entra en lo que ha bautizado como "casting entre los consellers" para escoger a un candidato, cerrando la puerta a un acuerdo por investir un miembro de CDC presidente de la Generalitat. De todos modos, y ya en rèplica, Rabell ha garantizado que su formación apoyará la reclamación del referéndum.
Por otra parte, Rabell ha reprochado la falta de "credibilidad" del candidato para aplicar un programa de carácter "socialdemócrata". "No puede aplicar en 18 meses lo que no han hecho en cinco años", ha insistido. También, el jefe de filas de CSQP ha recitado los habituales ejemplos de las "políticas de recortes y austeridad, las privatizaciones o las inversiones" como la reforma laboral o fiscal, el Consorcio Sanitario de Lérida o Barcelona World para restar la seriedad de las propuestas de Mas.
Rabell ha estado especialmente duro con las acusaciones de corrupción de CDC. "No estamos delante de manchas inconexas, estamos en ante un sistema que empresas y administraciones con decisiones políticas que las beneficiaban, en un país normal un partido como este se va a la oposición y se repone, además no puede aspirar a gobernar un país ni pilotar una transición democrática como la que se plantea", ha sentenciado. "Tenemos ante un candidato y una formación que necesitan conservar el poder", ha asegurado.
Mas ha salido a la ofensiva en respuesta a Rabell. Se ha vanagloriado de haber incumplido los límites del déficit para garantizar el pago de las políticas sociales y ha recordado la multitud de impuestos que su administración ha creado, y que ahora quedan detenidos por el TC. Asimismo, Mas no ha mostrado ninguna esperanza en la apertura de los partidos españoles a permitir celebrar un referéndum: "Veremos el20D qué apoyos tienen".