El Consejo Europeo que se ha reunido en Bruselas se ha tenido que parar durante unos minutos por una rabieta del presidente español, Pedro Sánchez, cuando no se le ha aceptado una solución a escala europea para moderar los precios de la energía, ni tampoco centrada solo en España y Portugal, por la oposición de Alemania, de Países Bajos y de los países escandinavos. La reacción del presidente español ha sido furibunda coincidiendo con que se siente muy presionado por las protestas en la calle contra el alza de precios y entre acusaciones que el Gobierno no hace nada. "Me voy a airear un rato a ver si encuentran una solución técnica", ha soltado Sánchez mientras abandonaba el encuentro, lo que ha forzado a hacer una pausa, según informa la Ser.
Al cabo de un rato el presidente español ha vuelto al encuentro, con el objetivo de conseguir al menos una "isla energética" temporal para España y Portugal que pase porque la UE intervenga los precios del gas y la luz en estos dos países. Pero el caso es que el Gobierno español no ha tomado por ahora ninguna medida significativa con respecto al precio de la energía, mientras que otros Estados como Alemania, Austria o Francia sí lo han hecho. Alemania acordó ayer precisamente un pago único de 300 euros a los ciudadanos y rebajará temporalmente el precio de los carburantes como parte de una serie de medidas para compensar el fuerte repunte del precio de la energía a consecuencia de la guerra de Ucrania. Los máximos responsables de los tres partidos de la coalición del gobierno, de izquierdas como el español, anunciaron una rebaja del precio de la gasolina y el diésel en 30 y 15 céntimos respectivamente durante los próximos tres meses. Esta medida se formulará a través de una rebaja temporal del impuesto de los carburantes. Además, el gobierno alemán ha acordado que durante tres meses, se ofrecerán billetes mensuales para el transporte público de proximidad por valor de 9 euros. En España no existe ninguna medida de estas características, porque el Gobierno se lo ha querido ahorrar intentando una solución a través de la UE.
"La cumbre no puede acabar sin acuerdo. Necesitamos medidas y las necesitamos ahora", afirmó ayer Sánchez en el diario económico Financial Times, reconociendo que su apuesta está en riesgo. Sánchez ha amenazado con vetar el documento de conclusiones de la reunión si no se atienden sus reclamaciones para desvincular el precio del gas del de la electricidad o si no se le da una solución separada para España y Portugal, diferente del resto del mercado eléctrico europeo.