Después de volver a avisar Carles Puigdemont sobre que el referéndum para la independencia de Catalunya es ilegal aunque sea pactado, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha amenazado en RNE al president de la Generalitat con qué si lo convoca, "caerá sobre él todo el peso de la ley" y, por lo tanto, "tendrá que asumir las consecuencias".
Ayer, durante la Diada, Puigdemont soltó que esperaba estar en funciones el próximo año en las mismas fechas y haber convocado ya un referéndum y/o elecciones constituyentes. Precisamente por eso, el ministro ha querido dejar clara la enrocada idea del ejecutivo español sobre que "una consulta pactada no existe en nuestro ordenamiento jurídico" porque "la clave está en la soberanía nacional, que radica en todos los españoles, no sólo en una parte", se ha reiterado en su convicción de que con la Constitución actual nunca podrá decidir una parte de España sobre alguna cosa, sino que "lo decidiremos entre todos".
En este sentido, Catalá se ha lamentado de que "muchas veces, el independentismo se intenta apropiar del concepto Catalunya o los catalanes" y ha recordado que "en Catalunya se cumplen las sentencias y las leyes" porque "es una comunidad autónoma más que tiene que cumplirlas".
Ilegal y oportunista
Como su compañero, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tildado la propuesta del Puigdemont de "rupturista, ilegal y oportunista" y ha cargado contra él por "generar división y ruptura entre los catalanes". Como "ilegal" que es, Santamaría lo ha avisado de que los gobernantes "están para cumplir las leyes" y le ha reprochado que posiciones como la suya son las que "favorecen la ruptura de una sociedad muy plural".
También es "oportunista" porque sirve a la izquierda "más radical" -la CUP- que, a su parecer, "lo está obligando a adoptar determinadas medidas para poder mantenerse más allá de la cuestión de confianza". Y no sólo eso. La vicepresidenta en funciones ha definido la situación por la cual pasan los catalanes de "padecimiento" porque todo "duele mucho en el conjunto de la sociedad catalana y al conjunto de los españoles".