La convocatoria de elecciones en Catalunya emerge como el escenario más probable en el que desemboque la aplicación del artículo 155 de la Constitución a largo plazo, aunque los partidos que le dan apoyo no se aclaraban este viernes sobre el anuncio de la fecha en que se celebrarían esos comicios. La portavoz de Igualdad del PSOE Carmen Calvo había anunciado por la mañana la fecha del acuerdo con el Gobierno para enero, aunque este afirmaba tras el Consejo de Ministros que era prematuro hablar de ello. Redoblaba el enredo Cs, ya que según Albert Rivera, Calvo no mentía pero se quería esperar a la comparecencia de Mariano Rajoy este sábado para informar públicamente.
El portavoz de la Moncloa Íñigo Méndez de Vigo ha respondido en la rueda de prensa de los viernes que era "demasiado pronto" para poner fecha a las elecciones, negando implícitamente las palabras del PSOE. A su parecer, la prioridad ahora es "restablecer la legalidad y la convivencia", motivo por que ha subrayado varias veces que el 155 no servía para suspender la autonomía. Así las cosas, De Vigo ha alargado el horizonte temporal, afirmando que eran medidas "que no se aplican de un día para otro" –curiosamente, en paralelo a la caída del PP a las encuestas y de que fuentes de la misma formación contemplaran hace días el plazo de seis meses para la nueva convocatoria.
Los socialistas se han mostrado en un primer momento tajantes, aunque después Calvo ha matizado sus palabras. Según las fuentes consultadas en el Ejecutivo, no consta que el acuerdo estuviera cerrado realmente, sino que acabarían de cortarse flequillos en las próximas horas –por ejemplo sobre cuál estaría el papel del Parlament, como explicaba El Nacional este viernes, motivo de debate entre la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el PSOE. El mismo Rajoy ha dicho desde Bruselas que contaría con el acuerdo de sus dos aliados para acabar de definir las medidas, aunque no ha dado por cerrada la negociación.
Ante ese escenario de pactos confusos entre PP y PSOE, Rivera es a quien más luz habría intentado aportar al lío. El líder de la formación naranja ha descartado una candidatura conjunta entre las tres formaciones constitucionalistas, pero ha confirmado el plazo de enero. Eso entronca con la defensa que había hecho los días previos de unas elecciones "legales, libres y con garantías" de forma inmediata –avistando la esperanza de que Cs gobernara en Catalunya con Inés Arrimadas como presidenta de la Generalitat.
La cuestión es que De Vigo sí ha confirmado que el 155 sirva para convocar elecciones –a diferencia de lo que sostienen algunos constitucionalistas. No ha querido adelantar más medidas, aunque continúan encima de la mesa la probabilidad de que se controlen la Conselleria d'Interior y los Mossos, se tome el poder de Economia –a pesar de la ya intervención del ministro Cristóbal Montoro a las finanzas catalanas– y la Presidència –para poder garantizar la organización de los comicios. Todo ello será expuesto con concreción por Rajoy este sábado, después del Consejo de Ministros extraordinario, que irá seguido de una reunión del Pleno del Senado.
Será en el pleno definitivo de la cámara alta el día 27 de octubre cuando se acabará de aprobar el 155, si el president Carles Puigdemont no convoca antes elecciones. Según fuentes del ejecutivo, la suspensión del autogobierno no se llegaría a hacer efectiva si Puigdemont las organiza, en tanto que se estaría utilizando la LOREG (Ley Orgánica del Régimen Electoral General), un hecho que en la Moncloa interpretan como el retorno a la legalidad constitucional. Eso se cree así pues unos comicios no se podrían hacer de otra forma que no fuera la ley española –en tanto que Catalunya no ha desarrollado una propia y se ampara en la del Estado.