Mariano Rajoy subía al atril entre aplausos ante la sorpresa de su Gobierno dispuesto a replicar la "parodia de censura" presentada por Unidos Podemos, como la calificaba él. La metáfora era un guiño a la obra Martes de Carnaval de Valle-Inclán, que la portavoz Irene Montero había evocado durante su intervención. "La corrupción tiene sede y es Génova 13, como hoy, que también es el martes 13", decía ella. Pero Rajoy respondía que aquello era un "espectáculo": no tenían los apoyos necesarios y habían dudado hasta el final si el candidato iba a ser su líder Pablo Iglesias, o el del PSOE, Pedro Sánchez.
Rajoy ha recordado que la formación morada propuso a Sánchez liderar la moción, y retirar la suya, aunque este se negó. "No les era fundamental el candidato, sino un mero trámite administrativo", se ha jactado el jefe del Ejecutivo. Incluso ha relatado que Compromís, "su socio con un mínimo de coherencia", había instado a Podemos a retirar la moción, porque no sumaban los 176 votos necesarios. "¿Por qué preocuparse de los detalles?", ha ironizado para cargar más tarde contra motivos presuntos de la sesión: "retratar al PSOE, dicen las malas lenguas".
Rajoy ha abordado la corrupción ligeramente, asegurando que su Gobierno endureció las leyes y que en todos los partidos se produjo. "Usted insinúa que la corrupción es regla", decía este, en respuesta a las acusaciones de Montero sobre que el PP había hecho de ello "una forma de Gobierno" y que era el primer partido imputado por ese delito. La formación morada lo acompañaba de una larga lista de ejemplos, que la podemita citaba a gritos: Bárcenas, Cazo, Púnica, Auditorio, Lezo... "Y dicen que son sólo manzanas podridas", ha dicho, instándoles a pedir perdón y devolver "todo el dinero".
Ante el chubasco y dos horas de exposición, el presidente ha basado su defensa en dos argumentos. Primero, insistir en que su Ejecutivo presente "no es corrupto", y por tanto, considerar que la moción no sería pertinente. "Ni un solo hecho ha aportado del actual Gobierno. Tenemos sólo siete meses de tiempo y no podemos haber hecho todas esas tropelías que dice", le ha espetado Rajoy pinchándola, aunque Montero ha aludido a la reprobación al ministro de Justicia, Rafael Catalá y a la inconstitucionalidad de la amnistía fiscal del titular de Justicia, Cristóbal Montoro.
Segundo, el gallego ha denunciado la voluntad de Podemos de evocar una "España negra", con un rédito electoral. "Su discurso sólo se aguanta sobre el pedestal de una realidad insoportable, y si no, se hunde", ha dicho con datos de recuperación económica en mano. Rajoy no lo ha dicho así, pero les ha acusado de populismo y de emplear la censura como "maniobra de agitación política", ya fracasado el intento de llegar a la Moncloa en 2016. "Lo han sometido a las bases y les han dado poco apoyo, han hecho actos en la calle y también, poco apoyo ", se ha jactado.
Así las cosas, Rajoy no ha respondido a la crítica de Montero sobre "romper España" a través de "su patio preferido, el Constitucional", cuando en 2006 él lideraba la oposición y recogió firmas contra el Estatut. "Han hecho del anticatalanismo su bandera", dijo la podemita instándole a reconocer el derecho a decidir. Todo ello era observado desde el público por el alcalde de Barcelona en funciones, Gerardo Pisarello, invitado a la sesión, y otros representantes del Ayuntamiento de Madrid. Pero Rajoy, impertérrito, se marchaba con un: "Ustedes fracasan y España gana".