Con la protesta de los pensionistas que tomaron las calles de varias capitales españolas la semana anterior, los grupos del Congreso han encontrado una nueva rendija para debilitar a Mariano Rajoy en uno de los principales flancos de voto del Partido Popular. La oposición forzará una sesión monográfica en la cámara baja para sacar las vergüenzas al presidente y a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, por una subida durante tres trienios consecutivos del 0,25% a la retribución de los jubilados. Eso llevó a que varios grupos presentasen también propuestas para que las pensiones se revaloricen de acuerdo con el precio de la vida.
El PSOE abanderó las soluciones este martes registrando una proposición no de ley en el Congreso para que el incremento de la cuantía sea equivalente al aumento del IPC, es decir, un 1,6%. Eso supondría elevar el gasto público unos 1.600 millones de euros, motivo por el que Rajoy tachó la idea de "cheque en blanco" sin fondo.
En segundo lugar, los socialistas pretenden obligar al gobierno a convocar la mesa de Diálogo Social para pensar fórmulas destinadas a que la Seguridad Social salga del déficit crónico que la asedia —como piden los sindicatos— y trasladar más tarde la propuesta a la comisión del Pacto de Toledo, que es el órgano orientado a abordar esta cuestión. Si bien, la demanda llega semanas después de que Pedro Sánchez anunciara su medida de dos impuestos, uno a la banca —que no cubriría ni el 13% del déficit del sistema— y una de transacciones financieras.
La cuestión es que la batalla para liderar la izquierda española impidió que Podemos y los socialistas presentasen en una rueda de prensa conjunta la ofensiva, que también comparten ERC y el PDeCAT. Lo hicieron separados, algo que avivó la crítica de Carles Campuzano sobre la "perplejidad" que le generaba. Fuentes de Esquerra acusaron también los "celos" entre los principales grupos de la oposición.
La formación morada, si bien, se diferenció exigiendo un pleno monográfico con Báñez y Rajoy, que el PSOE no tendrá más remedio que validar. "Los gobiernos socialistas son los que trajeron a este país las principales mejoras del Estado del Bienestar y lo seguiremos haciendo. Además, nuestra portavoz Margarita Robles ha preguntado al gobierno en muchas ocasiones sobre el tema, antes que otros grupos", se descargaba la diputada socialista Adriana Lastra, ante una medida que fuentes de Podemos celebran haber abanderado, en vez de Ferraz.
El hecho es que Ciudadanos tampoco descarta el apoyo al pleno monográfico, pero si no es para sacar réditos políticos, tal como dijo el portavoz José Manuel Villegas. El gesto de la formación naranja llega en uno de los momentos más tensos de la relación entre PP y Cs, ya que con anterioridad mostraban más reticencias a sumarse a propuestas de la izquierda española para hacer comparecer a Rajoy.
La posición de Albert Rivera, asimismo, será crítica, pues cree que es "no decir la verdad" hablar de subir las pensiones. "Hay un agujero terrible y hace falta cambiar el modelo laboral y ayudar a la natalidad", dijo, abogando por reformas en profundidad, en detrimento de los "parches". "Presentaremos propuestas, porque el problema de las pensiones no es si se suben al año un 0,25% o un 1,5%, sino garantizar que se podrán pagar en el futuro", zanjó Villegas.
Así las cosas, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, intentó cerrar el debate adquiriendo este martes el compromiso de incluir en los presupuestos del 2018 una deducción en el IRPF para las personas "de edad muy avanzada". Ahora bien, los técnicos del Ministerio (Gestha) han señalado que más del 63% de los jubilados españoles ya está exento del pago de IRPF, dado que más de seis millones perciben pensiones inferiores a los 12.000 euros anuales. La crítica también ha venido de Sánchez, quien ha dicho que era una "cortina de humo" y de Podemos, quien le ha acusado de "populismo fiscal".
Pero el grueso de votantes del PP gira en torno a los 55 años, motivo por el que la contraofensiva de la Moncloa se augura más pronto que tarde, aunque los populares exigen no "politizar" el asunto y piden debatirlo en la mesa del Pacto de Toledo.