Mariano Rajoy se lo dice todo él mismo: en un contacto informativo improvisado –y poco habitual– con periodistas justo antes del pleno de constitución de las Cortes en el que se ha dado la presidencia del Congreso al PSOE, ha establecido las condiciones que tendría que cumplir un acuerdo de legislatura con los socialistas. Ha mencionado la duración –cree que tiene que ser un pacto estable a cuatro años para dar "estabilidad" y "certidumbre"– y con quién tiene que ser –tiene que incluir también a Ciudadanos–. Además, ha vuelto a negar que una reforma constitucional sea efectiva para solucionar el conflicto del encaje de Catalunya.
Así, pues, Rajoy sigue entendiendo que aceptar al socialista Patxi López como presidente del Congreso es un gesto lo bastante poderoso para seducir a Pedro Sánchez. El "respeto a la voluntad popular", a "intereses generales de España" y la "coherencia" de los socialistas deben hacer el resto, como ha sostenido desde el 20D. Son precisamente estos argumentos los que ha aludido para disuadir a Sánchez de formar un gobierno alternativo con Podemos, Ciudadanos, Esquerra y otros partidos "involucrados en aventuras independentistas".
El candidato popular confía en las reuniones de los diversos representantes de los partidos con el rey para empezar a perfilar la gran coalición, cuya forma es para Rajoy "una cuestión procedimental" que habrá que decidir después.
Todo esto el mismo día en el que el secretario general del PSOE ha vuelto a negarse tajantemente en RNE a un pacto con los populares porque, ha dicho, iría en contra del "70% que han votado alternativas en contra de Rajoy". Sánchez ha vuelto a insistir en una coalición "progresista" y ha extendido la mano a Pablo Iglesias para llegar a un acuerdo de gobierno. En este sentido, el líder socialista cuenta con el apoyo de la presidenta andaluza, Susana Díaz, que hasta finales de año lo presionó para no facilitar un gobierno del PP ni uno con Podemos, cosa que llevaría a nuevas elecciones.
El nuevo presidente del Congreso es de la cuerda de Pedro Sánchez, a quien ha expresado su total lealtad ante las corrientes críticas con Sánchez promovidas por Díaz.