El Estado seguirá actuando contra el referéndum del 1 de octubre. Así lo ha advertido este viernes Mariano Rajoy desde Barcelona, donde ha pronunciado un discurso durante la Junta Directiva del Partido Popular Catalán el mismo día que empieza la campaña del 1-O. Después de felicitar a la Fiscalía y la Guardia Civil por su trabajo estos últimos días, ha avisado al Govern de que "un presidente como una nación como la nuestra" no puede permitir eso y que, si siguen adelante, "nos obligarán a hacer lo que no queremos hacer".

"El Estado seguirá actuando, porque esta es su obligación", ha asegurado Mariano Rajoy, que ha prometido actuar "en defensa de los ciudadanos, la ley, la democracia y los servicios públicos". El presidente español ha insistido en que el 1-O no habrá ningún referéndum. Contra "la ley de la fuerza" del independentismo, ha pedido no subestimar "la fuerza de la democracia española".

Sin ir más lejos, durante su discurso, Rajoy se ha vanagloriado de haber requisado "más de 100.000 carteles" la pasada madrugada, durante la pegada de carteles después de que empezara la campaña electoral. Por eso ha felicitado a la Guardia Civil. También ha agradecido el trabajo del Tribunal Constitucional, la Fiscalía y los cuerpos policiales que han actuado como policial judicial, todos ellos "en defensa de la legalidad y los derechos de la gente".

El presidente español también ha aprovechado para enviar un ultimátum al vicepresidente Oriol Junqueras, después de que enviara una carta al Ministerio de Hacienda informándolo de que no le comunicaría como hasta ahora si se utilizaban fondos para el 1 de octubre. Después de destacar el esfuerzo "importante" que ha hecho al Estado para "atender" los servicios públicos catalanes, ha amenazado con asumir desde el Gobierno español los pagos de la Generalitat, intervenir sus finanzas, "si en 48 horas no hay un compromiso".

En su discurso en Barcelona, poco después de que la Guardia Civil acudiera a varias redacciones de medios que habían publicado el anuncio del 1-O, Rajoy ha denunciado que el independentismo "intenta liquidar todas las normas de convivencia que nos hemos dado", y que lo hace utilizando "procedimientos claramente antidemocráticos". Cualquier país "mínimamente democrático", ha defendido, no permitiría una "tropelía" como esta.

Manteniendo el mismo discurso de firmeza que lo ha caracterizado durante las últimas semanas, Rajoy ha rechazado el "diálogo" que ha ofrecido a la Generalitat, como por ejemplo en la carta enviada hoy por Puigdemont, Junqueras, Forcadell y Colau. "Tienen un concepto curioso del diálogo", ha afirmado. "La alternativa que se me dio a convocar el referéndum era convocar un referéndum", ha añadido. Enfrente de eso, Rajoy ha insistido en que "ya sabían que no lo haría", porque "lo que es España lo deciden todos los españoles".

Según Rajoy, la situación al conflicto catalán empieza con Artur Mas y acaba con la CUP. El presidente español ha argumentado que el expresidente de la Generalitat no se conformó con los resultados electorales, perdió y tuvo que pactar con Esquerra, introduciéndolo "en la dinámica que llega hasta el día de hoy". Después de la "pantomima" del 9-N, ha continuado, "volvieron a adelantar las elecciones, volvieron a perder y tuvieron que aliarse a la CUP". Hoy el PDeCAT, ha concluido, "se ha convertido en una mala copia de los antisistema".