La convención estatal del PP es un juego de equilibrios, como también lo es la presidencia del partido por parte de Pablo Casado. Hoy ha arrancado su semana grande, y lo ha hecho con un mensaje de moderación frente a la presión que llega de Isabel Díaz Ayuso. La inauguración ha tenido lugar a Santiago de Compostela y a cargo de dos gallegos: Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijóo. El expresidente español y el presidente gallego han alertado sobre el "contagio" del "populismo", también el de extrema derecha. Ha sido un aviso sutil, entre líneas, como se hacen estas cosas.
El expresidente del Gobierno ha sido justamente el maestro de ceremonias que ha dado el pistoletazo de salida a la convención. En una jornada marcada por el debate económico, Mariano Rajoy ha defendido su gestión de la anterior crisis. Y ha querido advertir sobre las "tentaciones populistas", que se pueden contagiar al resto de formaciones del arco parlamentario. "Dicen que lo arreglan todo en un cuarto de hora pero siempre acaban muy lejos de las libertades y el estado de derecho", ha advertido. Ha apostado por centrarse en la creación de empleo y una política económica solvente, "olvidándose de eslóganes, sectarismo y demagogia".
Eso sí, el exmandatario español ha querido dejar claro su apoyo a Pablo Casado. Ha mantenido las formas y le ha dado un consejo si llega a La Moncloa: "Hágase lo que se tenga que hacer". Lo ha dicho después de recordar como , con un enorme coste político y yendo contra su propio programa, se vio obligado a "nacionalizar la banca" y subir los impuestos para "evitar el rescate" a España. "No estábamos para hacer ideología, sino para resolver la crisis", ha defendido.
Ya al mediodía, Alberto Núñez Feijóo ha participado de otra mesa redonda. Acompañado de Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europeq, el presidente de la Xunta de Galicia también ha avisado de que no se puede caer en la "trampa" de los "postulados nostálgicos" ni del euroescepticismo. "Nosotros nunca hemos sido xenófobos, insolidarios y reaccionarios, ni hemos sido pesimistas sobre el futuro de la Unión Europea", ha asegurado. Y ha insistido: "El populismo es la regresión infantil de la política" y "una ideología cautiva de las pulsiones del momento y de la búsqueda de un enemigo".
Los actos de este lunes forman parte de la primera jornada de la convención estatal del PP, que se desarrollará a través de 25 mesas de debate en seis ciudades españoles, culminando el fin de semana en València. Fuentes de la dirección de Génova explican que con este cónclave Pablo Casado busca relanzar la marca del Partido Popular, situarlo como alternativa al actual Gobierno y "ampliar el PP a la derecha y la izquierda". Todo esto, entre la presión de la madrileña Isabel Díaz Ayuso y los avisos de los dirigentes más moderados del partido. Entre la espada y la pared.
El PSOE carga
Mientras tanto, el PSOE aprovecha las elecciones alemanas para cargar contra el Partido Popular y poner el dedo en la llaga. Después de la reunión de la ejecutiva a Ferran, la vicesecretaria general Adriana Lastra ha contrapuesto que, mientras todos los partidos alemanes hacen cordón a la extrema derecha, el PP de Casado "subcontrata" sus propuestas. "Casado no busca derrotar a Vox como hacen a otros partidos de derecha europea, sino convertir el PP en un sucedáneo de Vox", ha denunciado la dirigente socialista. "Lamentamos no tener en el Estado una derecha equiparable a la derecha europea y que cada vez que Casado tiene que elegir entre democracia y ultraderecha elija ultraderecha", ha remachado.