Ni referéndum, ni un régimen fiscal diferenciado, ni tampoco un nuevo Estatut para Catalunya. La Operación Diálogo del presidente Mariano Rajoy empieza a deshacerse a medida que pasa el tiempo y las ofertas de Moncloa se revelan idénticas a la receta aplicada por Rajoy en el pasado. El Café para todos que viene dictado por la Constitución enseña su rostro entonces como la única forma de combatir el soberanismo, pese a las visitas de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría a Barcelona, o los intentos de atraer la Generalitat a las reuniones de presidentes autonómicos.
"No está incluido en la Constitución y generaría problemas descomunales", ha respondido Rajoy al periodista Carlos Alsina, en su primera entrevista del año en Onda Cero sobre la posibilidad de aplicar un régimen fiscal diferenciado, ahora que el Ejecutivo pretende emprender un nuevo modelo de financiación con las autonomías. El jefe de gobierno se ha excusado mediante las transferencias hechas para "rescatar" a la Generalitat durante la crisis, como "único acreedor" de esta –pero sin recordar que es así porque las autonomías no pueden acceder a los mercados de capitales exteriores– y ha prometido más inversiones.
No satisfecho, el periodista ha seguido insistiendo por el lado político. "¿Y un nuevo Estatut?". El presidente ha tardado unos segundos en contestar y el silencio ha ido acompañado de un portazo suave. "Pienso que en estos momentos no es la necesidad", se ha vuelto Rajoy. "Yo siempre digo que la Constitución establece mecanismos para su cambio, que pasan por las Cortes", ha cerrado. La pregunta de Alsina era sobre cuál era la oferta de su gobierno a Catalunya, ya descartado el referéndum, y mientras la Generalitat se queja de que no existe alternativa.
"¿Y la Gürtel"?
Alsina es el periodista que hace meses arrancó a Rajoy el famoso "¿y la europea?" donde el presidente constató que desconocía cómo se adquirían las nacionalidades, en caso de que Catalunya fuera independiente. Esta vez, el escenario se ha sobrevenido de forma parecida cuando el presentador ha pedido sobre los juicios de la Gürtel y el jefe del gobierno ha respondido de que le parecía "adecuado" que los hubiera. "Pero la defensa del Partido Popular pidió la nulidad del juicio", lo ha pillado Alsina. "Pues me sorprende usted, no estoy en eso", ha afirmado el número uno del Ejecutivo, volviendo a patinar.
Rajoy ha pasado muy por encima a la hora de explicar los pactos mantenidos con el PSOE en las últimas semanas. No ha querido aclarar si temía que el exsecretario general Pedro Sánchez volviera a primera línea política, porque quizás se acabarían los acuerdos con la gestora. Así y todo, fuentes del gobierno central consultadas por este diario afirmaron que sí, alegando que Sánchez era "tóxico", cosa que podría entorpecer la estrategia marianista de resucitar el bipartidismo –gracias al sentido de Estado de la gestora de Javier Fernández– para garantizarse la estabilidad.
Cuanto a la aprobación de los presupuestos generales del Estado, Rajoy ha reconocido que con Ciudadanos los acuerdos están avanzados, pero con el PNV todavía no. Su objetivo era de remitir el proyecto a las Cortes a lo largo del primer trimestre del año, aunque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró este miércoles que era condición previa el hecho de tener apoyo suficiente en el Congreso para no fracasar. En esa misma comisión, Montoro intentó seducir a los socialistas, amenazando con que si los presupuestos se volvían a prorrogar, el gasto social quedaría reducido.
Finalmente, Rajoy ha hecho un último feo a su socio de investidura. Firmó con C's un acuerdo para la limitación de mandatos que no tiene carácter retroactivo, pero sus palabras han ido dirigidas a deslegitimar la medida. El gallego ha insinuado que se querría volver a presentar, en caso de nuevas elecciones, y ha puesto el caso de la canciller alemana, Angela Merkel, que manda desde el 2005. Al respecto, ha lanzado una crítica velada a la formación naranja, asegurando que no se tenía que ser "dogmático" y que justo empezaba a ser presidente después de un año de interinato.