Como si fuera por iniciativa propia, el presidente español, Mariano Rajoy, ha anunciado esta mañana en El programa de Ana Rosa de Telecinco que pedirá comparecer al Congreso para hablar sobre las pensiones. De hecho, ha acabado diciendo que convocará en los próximos diez o doce días un pleno monográfico. Lo ha tenido que decidir después de que miles de pensionistas hayan salido a las calles de toda España estos últimos días reclamando unas "pensiones dignas" y después de que Podemos presentara a finales de enero una proposición de ley para que estas se volvieran a revalorizar, una proposición que, hace dos días, recibió el apoyo del PSOE y Cs.

Bajo el argumento —ahora— que "será uno de los debates más importantes de la legislatura", Rajoy ha empezado a justificar su gobierno por activa y por pasiva presumiendo de que "las pensiones han subido durante todos los años de la crisis" y recordando que no ha subido nada más. Ahora bien. El jefe del gobierno estatal se ha exculpado poniendo de relieve que "lo único que no podemos hacer es gastar lo que no tenemos" y recordando que "mi gobierno dedica un 40% del presupuesto a las pensiones".

Lo peor ha llegado cuando ha inculpado indirectamente la población soltando, sin pelos en la lengua, que "como la gente ve que ha llegado la recuperación, todo el mundo pide más" y protegiendo los suyos lamentando que "hoy no podemos gastar todo el que nos gustaría". Y no solo eso. También ha querido legitimar sus actuaciones autocompadeciéndose de que "no podemos gastar todo lo que nos gustaría, así como que "yo quiero subir las pensiones, pero es una cuestión de poder".

¿Su solución? "Seguir creando empleo para poder subir las pensiones". Eso sí. Cuando Ana Rosa le ha preguntado si el empleo que seguirá creando será con unos sueldos tan bajos —dado que de esta forma "no soluciona mucha cosa", según la conductora del programa—, Rajoy ha esquivado la pregunta compadeciéndose que "con la crisis se perdió un dineral", aunque se ha echado piropos poniendo de manifiesto que "somos de los pocos países que hemos evitado un rescate de la Unión Europea", olvidándose completamente del rescate bancario a Bankia.