Ante la expectativa sobre el pleno monográfico de este miércoles en el Congreso, orientado a debatir el estado del sistema de pensiones, fuentes del Gobierno descartan "golpes de efecto" ni "ocurrencias de última hora" en un "tema tan serio" como uno de los pilares del Estado del Bienestar: la prestación que reciben los ciudadanos jubilados. Es decir, que a pesar de las protestas a la calle y de la oposición, Mariano Rajoy acudirá al encuentro dispuesto a ofrecer un "debate profundo" sobre uno de los mayores retos que sacude a la Moncloa, pero sin la previsión de ofrecer alternativas concretas al sistema actual.
"El presidente espera que todos los grupos acudan al debate con la misma disposición a abordar con responsabilidad las medidas que garanticen las pensiones, las de hoy y las del futuro" dicen fuentes gubernamentales. Eso paso después de que PSOE, Podemos, PDeCAT, ERC y PNV, registraran para debatir ante la cámara una propuesta de equiparar el IPC a las pensiones.
La cuestión es que lejos de abrirse a ese debate, Rajoy abogará por que el tema se "despolitice" y se retorne a la comisión del Pacto de Toledo -dicen fuentes populares. Incluso, tratará de barrer a la izquierda española, aportando datos sobre varias cuestiones: "¿Cuántas pensiones se pagan? ¿A cuánto asciende el gasto en pensiones? ¿A qué ritmo crece el gasto? ¿Cómo se paga"? dicen fuentes de la Moncloa. El objetivo, por tanto, será abordar la "solidaridad, equidad y sostenibilidad" del sistema, y no entrar al trapo de eslóganes, ni luchas políticas.
Y es que en un momento en que la izquierda española pugna por capitalizar el éxito de las manifestaciones en las calles, la reacción del Ejecutivo busca ya sólo los gestos imprescindibles para no perder votantes clave en los comicios generales de 2020. Eso es posible, como como consecuencia de la anemia de la oposición, que destensa Rajoy, a pesar del avivamiento de protestas en las calles, -según explicaba el lunes este diario.