La tensión crece entre España y las autoridades de Alemania por el affaire Carles Puigdemont. A diferencia del ministro de Exteriores Alfonso Dastis, Mariano Rajoy ha evitado valorar las palabras de Katarina Barley, ministra de Justicia alemana, cuando consideró que la decisión del tribunal de Schlewig-Holstein de dejar en libertad Puigdemont era "correcta". Rajoy se ha limitado a exponer que no había hablado con la canciller Angela Merkel y "tampoco piensa hacerlo" por un tema "absolutamente judicial". "Los gobiernos no podemos entrar, hay separación de poderes", ha indicado, a la entrada de la segunda jornada de la convención del Partido Popular en Sevilla.
"Este Gobierno ha asumido su responsabilidad, que es poner en marcha el 155 de la Constitución para reponer la legalidad en Catalunya. Por lo tanto, es importante ahora que en el Parlament asuman su responsabilidad, de un candidato que sea viable y pueda serlo", ha dicho sobre la investidura en Catalunya y la nueva ronda de contactos que el presidente de la cámara Roger Torrent tiene previsto emprender vía telefónica.
Así y todo, el jefe del Ejecutivo ha mostrado nuevamente la resignación por la decisión judicial alemana, y ha recordado el posicionamiento general del Gobierno: que esta resolución, como las españolas, "se cumplen y se acatan", ha indicado, sin entrar a valorar en concreto las palabras de Barley. "Ahora hay un proceso judicial en Alemania que todos conocemos. Tanto el Tribunal Supremo como la Fiscalía quieren recurrir", ha señalado. "Aquí no puede entrar el Gobierno, que la ley se cumpla y los temas judiciales, aparte", dijo.
Por eso, finalmente ha criticado que Puigdemont sea un "fugado de la justicia, que además está procesado", pese a que el líder de Junts per Catalunya estaba en Berlín ofreciendo una rueda de prensa a los medios.