Mariano Rajoy ha elevado el tono contra el independentismo y el Govern destituido en una entrevista este martes en la cadena COPE, donde ha sacado pecho de la aplicación del artículo 155 como ejemplo de su actuación contundente al frente de la crisis catalana. El presidente ha redoblado más tarde la dureza, en alusión a las palabras de Carles Puigdemont desde Bélgica sobre que otra "solución" a la independencia era posible, acusando al president de reconocer el "engaño" de la viabilidad del Estado propio. De forma contraria, Rajoy se ha emplazado a la comisión de reforma constitucional para toda oferta con Catalunya.
"¿Timorato yo con Catalunya? Yo he aplicado el 155 y he cesado a los miembros del Govern de la Generalitat, eso no se hacía desde la Segunda Guerra Mundial", se ha jactado el jefe del ejecutivo en una emisora con línea editorial próxima a la derecha política. La afirmación respondía a figuras como la del expresidente José María Aznar, quien la semana anterior volvió a exigir más mano dura contra el independentismo. "Si hubiéramos [aplicado el 155] dos meses antes nos podían decir algo (...) todo esto ha servido para que los españoles sepan que el Estado se puede defender", zanjaba ante las acusaciones.
La cuestión es que el Gobierno lleva días viendo indicios de retorno a la legalidad constitucional, después de que Carme Forcadell tachara la DUI de "simbólica" ante el Tribunal Supremo. "Era mentira que estuvieran preparados y que si se independizaban se quedarían en Europa", ha dicho sobre el reconocimiento de ciertos consellers sobre la incapacidad de aplicar el resultado del 1-O. Rajoy ha cargado también contra Puigdemont por afirmar que otra solución a la independencia era posible, como dijo a Le Soir. "No tengo ningún interés en ponerme en su cabeza, pero creo que está diciendo a la gente que se les ha engañado", ha cerrado.
Precisamente, la marcha a Bruselas de parte del Ejecutivo catalán también ha sido objeto de crítica por parte del número uno de la Moncloa. "Está allí porque quiere", ha afirmado sobre las acusaciones de que en España no había garantías judiciales. "Yo me enteré de la huida al día siguiente, cuando ya apareció que se había ido en coche a Marsella", ha zanjado. Eso sí, Rajoy ha denunciado que se presentaran a las elecciones. "No tiene ningún sentido que una persona que esté en la prisión sea conseller", ha lamentado, aceptando que lo podían hacer pues no estaban inhabilitados, aunque a su parecer mentir los inhabilitaba ya políticamente.
El jefe del ejecutivo, sin embargo, no ha hecho autocrítica sobre los acontecimientos del 1 de octubre, como las cargas policiales, o sobre si hubo errores de funcionamiento en los cuerpos de seguridad y de inteligencia. "Ni el CNI, ni todos los servicios de información nos aseguraron nada, pusieron de su parte todo lo que fue necesario", ha afirmado sobre la presencia de urnas en los colegios. De forma contraria, ha alabado la tarea "encomiable" de la Policía y la Guardia Civil durante el referéndum, anunciando que quería equiparar su salario al de los de los Mossos d'Esquadra.
Así las cosas, el presidente ha resaltado el apoyo del PSOE y Ciudadanos a un 155 que tiene que durar "por poco tiempo" hasta las elecciones del 21 de diciembre, que ha declarado que lucharían para que no ganaran los independentistas. Aquí ha denunciado el papel del Diplocat, y ha justificado su cierre por decreto. "En materia exterior se han creado una infinidad de oficinas que lo único que hacían era hablar mal de España". Sobre las otras medidas, sin embargo, sí ha corregido la voluntad inicial del Gobierno de intervenir los medios públicos catalanes. "A tres meses no tiene sentido y la libertad de expresión es un derecho básico", ha dicho.
Igual de duro ha sido Rajoy con la huelga del 8-N, secundada por ciudadanos independentistas indignados por los encarcelamientos cautelares a ocho consellers y el 155. "No fue una huelga al uso (...) No tuvo prácticamente ningún seguimiento", se ha jactado. "Vimos la calidad humana de quien es capaz de colocar a un niño en medio", cargaba sobre unas fotografías de criaturas sentadas en la carretera. Por eso, ha afirmado que el Ejecutivo había abierto un procedimiento para sancionarlos. "Hubo más de 200 personas y vehículos identificados", ha expuesto.
A todo ello, la semana que se comienzan formalmente los trabajos de la comisión para la reforma de la Constitución en el Congreso, Rajoy no ha mostrado garantías de que se intente adecuar el texto a las demandas del soberanismo. "Nunca he sido partidario de hacer reformas de la Constitución, estoy dispuesto a escuchar, pero no a ir contra la unidad ni la soberanía", ha subrayado, en una alusión implícita a la propuesta de derecho a decidir que Podemos quería incluir. En ese sentido, se ha mostrado partidario de la revisión del modelo autonómico, que este miércoles se "evaluará" en la Cámara Baja.