Políticos que podrían seguir los pasos de The Guardian y abandonar X (antiguo Twitter) de forma definitiva. Si el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ya abandonó la red social de Elon Musk el pasado septiembre, ahora la diputada de ERC Raquel Sans, junto con los diputados de los Comuns Jéssica Albiach y David Cid, se han creado una cuenta de Bluesky para preparar el terreno para dejar X. Lo han explicado los tres a través de un tuit y una captura de su perfil en Bluesky, una red creada por un exdirectivo de X antes de la llegada de Elon Musk y que funciona de forma parecida al antiguo Twitter.
El diario británico The Guardian anunció su decisión este miércoles con los argumentos que X "es una plataforma tóxica y que su propietario, Elon Musk, ha podido utilizar su influencia para dar forma al discurso político". De hecho, unas explicaciones que comparten estos tres diputados y que se podrían sumar de más. Precisamente, este mismo jueves ha sido La Vanguardia quien también ha tomado la decisión de marcharse de esta red social, un hecho que ya anunció la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau en abril del 2021.
Al fin y al cabo podría provocar el adiós en masa de la red social de X, sobre todo, con los argumentos que, desde que Elon Musk compró la empresa, el algoritmo promociona perfiles xenófobos, noticias falsas y discursos antipolíticos. Estas decisiones también llegan después de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. El presidente electo norteamericano contará con el mismo Musk dentro de su administración como director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental y eso ha provocado alboroto. El propietario de X, además, también ha recibido críticas en este sentido por utilizar la red social a favor de Donald Trump.
La cosa no solo se queda aquí. El año pasado, National Public Radio [NPR], la organización de mediados de los Estados Unidos sin ánimo de lucro, dejó de publicar en X después de que la plataforma de redes sociales lo etiquetara como "medios afiliados al estado". PBS, una cadena de televisión pública de los Estados Unidos, también suspendió sus publicaciones por el mismo motivo.
Este mes, el festival de cine de Berlín, destacaba un artículo en el mismo diario, dijo que dejaba X, sin citar una razón oficial, mientras que el mes pasado, la policía del norte de Gales dijo que había dejado de utilizar X porque "ya no era coherente con nuestros valores". En agosto, el hospital ortopédico Royal National dijo que dejaba X, citando un "aumento del volumen de discurso de odio y comentarios abusivos" a la plataforma.
La Comisión Europea sigue en X
La otra cara de la moneda es la Comisión Europea, que ha defendido este jueves el uso de la red social X para comunicar su gestión a los ciudadanos, aunque dijo que está "monitorizando los acontecimientos" después de que algunos medios de comunicación hayan suspendido sus cuentas en la plataforma, para considerar que contribuye a la desinformación. Thomas Regnier, portavoz de la institución, ha explicado que X es una de las quince redes sociales que usa la Comisión para comunicarse, pero ha recordado que ya ha suspendido sus campañas publicitarias después de que abriera una investigación contra la red social de Elon Musk el año pasado para considerar que contribuye a la propagación de contenido terrorista desprendido del ataque de Hamás contra Israel. De hecho, esto podría culminar con una multa de hasta el 6% de los ingresos de la empresa.