El acusado Manuel Puentes Saavedra ha ratificado en la Audiencia Nacional, este jueves, que el abogado Gonzalo Boye asumió la responsabilidad de recuperar los 889.620 euros que la policía decomisó en el aeropuerto de Barajas a Manuel González Rubio en febrero de 2017, pero que el dinero era realmente del principal acusado, José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco, que le presentaron con el nombre de Mario y que después supo quién era. Puentes Saavedra ha explicado que en julio del 2019 pidió volver a declarar en el juzgado "para decir la verdad" y "al ver que era un grupo criminal"; cambió su versión e incriminó a Boye. El acusado, sin embargo, ha admitido que la policía española y la Guardia Civil fueron a visitarlo varias veces a la prisión antes de su cambio de versión. Ha negado que le preguntaran por el abogado de Carles Puigdemont, si no si conocía hechos delictivos en general y que se le "podía ayudar". Con todo, ha confirmado que declaró en el juzgado el 14 de julio de 2019 y salió de la prisión el 5 de agosto, donde estaba hacía un año y medio por una causa posterior de tráfico de drogas, y que al final, llegó a un acuerdo y aceptó 4 años y medio de prisión que no cumplió por su adicción a las drogas.
Con la declaración de Puentes Saavedra, la Fiscalía construye la acusación contra Boye por el delito de blanqueo de capitales (por el cual le pide 5 años y 9 meses de prisión), y por el delito continuado de falsedad documental (4 años de prisión más). En la sesión del martes, Prado Bugallo se desvinculó del dinero de Barajas y también de intentar introducir cuatro toneladas de droga, como se le acusa en este juicio. La vista continúa la próxima semana y está previsto que declare Gonzalo Boye, que siempre ha defendido que su despacho solo hizo una actuación profesional de recuperar el dinero por la vía administrativa.
Contradicciones con las periciales
En la vista, a preguntas del fiscal, Puentes Saavedra ha asegurado que el dinero de Barajas se lo había entregado Luis Enrique García Arango, y que él pensó que era para jubilarse en Colombia. El procesado y su exmujer, Adriana, organizaron el transporte del dinero, y la policía pillo a ella y a su familia con González Rubio en el aeropuerto. Puentes Saavedra no fue y ha insistido: "La deuda era mía. Yo tenía que recuperar el dinero. Los tenía que devolver."
En el interrogatorio, el acusado ha detallado que fue tres o cuatro veces al despacho de Boye, del cual ha asegurado que era el que se encargaba de la recuperación del dinero. En una de las reuniones, Jesús Moran los ofreció unos pagarés para que Rubio justificara el origen. Después se dieron cuenta de que estaban usados, y Boye -según el acusado- propuso la solución de hacer un acta notarial para aclarar la procedencia. Con todo, Puentes Saavedra ha manifestado varias veces que él no vio ni leyó los pagarés, y preguntado por las defensas ha asegurado que "se dijeron que estaban usados, no que eran falsos."
Puentes Saavedra también ha afirmado que en una de las reuniones en el despacho de Boye estaba Prado Bugallo, aunque una pericial de la defensa de geolocalización de los móviles y la misma policía sostienen que no estaba en Madrid, sino en Algeciras.