Si hubo una persona indignada con el "no" de Junts al decreto ómnibus la semana pasada en el Congreso de los Diputados, esta fue Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra en la cámara baja española, que consideró que esta era la prueba del vínculo del partido independentista con PP y Vox que hará caer, según él, el Gobierno en el futuro y acusó a los juntaires de ser la derecha "más reaccionaria".
Minutos después de hacerse público el acuerdo entre las dos partes, Rufián ha utilizado las redes sociales para lanzar una pregunta: "¿Y había que perder una semana para eto?" se ha cuestionado, añadiendo en un segundo tuit que todo es "humo, pero un humo que vende a Catalunya". "Y es un mal mensaje, fastidiar a la gente tiene premio". ERC había lamentado que con el "no" de Junts al acuerdo, los ciudadanos de Catalunya tenían una vida más difícil, pagando más por el transporte público o sin ver revalorizadas sus pensiones.
Por su parte, Eduard Pujol, senador de Junts per Catalunya, se ha acordado este miércoles, antes el pacto de su partido con el PSOE, de las palabras de Rufián comparando su partido con el PP, asegurando que estas dos formaciones se parecen "como un huevo a una castaña" y considerando que "situar a Junts al lado de los populares es puro trampismo, porque la realidad desmiente a los botarates que suben al atril del Congreso, obsesionados en difamar a Junts", en una clara alusión al discurso de Rufián. "Lo que no es gramático ni posibilista es pintar de color de rosa un decreto que no lo era y atentaba contra gente vulnerable y las clases medias", ha denunciado en su turno de palabra, tachando el primer decreto de "fake y pura apariencia". "Basta de jugar a la bolsa electoral y al Monopoly con el sufrimiento de otros", ha añadido.
El acuerdo entre PSOE y Junts
Desde el mismo miércoles en que rechazaron el decreto ómnibus Junts dejó claro a los socialistas que les entregarían sus votos si aprobaban textos por separado que incluyeran la revalorización de las pensiones y del ingreso mínimo vital, así como ayudas a los usuarios del transporte público y los afectados por la DANA. Ahora, ambas formaciones han acordado todo eso y también que el nuevo decreto ley aborde los desahucios: se prevén medidas para proteger a las familias vulnerables, así como medidas que garanticen el cobro del alquiler a los propietarios, así como el pago de los desperfectos ocasionados por ocupaciones.
También han acordado que el estado español le devuelva al PNV el palacete de París que le arrebató el régimen franquista, una devolución que ha provocado una reacción muy dura de PP y Vox. Y además, los socialistas se han comprometido a tramitar en la Mesa del Congreso la proposición no de ley de Junts en que se insta a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. La formación independentista asegura que, con este pacto, levanta la congelación de las negociaciones sectoriales con el PSOE.
Sánchez no se someterá a la moción de confianza
Minutos más tarde de sellar el acuerdo, Pedro Sánchez, ha celebrado que el nuevo decreto en el Congreso contenga la "práctica totalidad" de las medidas que cayeron la semana pasada. En una comparecencia en la Moncloa, sin embargo, ha advertido que pese al compromiso del PSOE de tramitar la proposición no de ley de Junts para una cuestión de confianza, el texto recogerá que esta es una potestad del presidente español, y ha avanzado que todavía que se debatiera, no se someterá a ello porque su gobierno "no ve necesario hacerlo".