Llegan unas fechas muy marcadas para la sociedad catalana como son los días 18 y 19 de julio, cuando buena parte del ejército se alzó por todo el Estado contra el gobierno del Frente Popular de la II República. En Barcelona, el golpe fue parado gracias a la oposición de las fuerzas lealistas y las diversas milicias antifascistas.
Y es que a diferencia de otros puntos del Estado, en Catalunya la oposición al golpe y a los movimientos fascista y nazi era muy fuerte. Esto fue, entre muchos otros motivos, a causa de la tarea propagandística que tanto el Govern de la Generalitat de Lluís Companys como las diversas organizaciones políticas del país llevaban haciendo desde hacía años.
85 años después de aquellos hechos, la Fundació Reeixida ha presentado la reedición de uno de los carteles antinazis más famosos e icónicos de toda la historia. Se trata del cartel Aixafem el feixisme, del publicista y escritor Pere Català i Pic (Valls, Alt Camp, 1889 – Barcelona, 1971).
"El cartel se editó en las primeras semanas de la guerra, cuando la mayoría de los otros carteles que se hacían eran pintados. Estos eran buenos pero este de Pere Català es una cosa diferente, porque no tiene consignas ni colores llamativos", han asegurado desde la Fundación resaltando que igualmente se ha convertido en un cartel emblemático en una presentación este lunes justo delante de la Capitanía General de Barcelona.
La reedición se ha hecho sobre un papel de 160 gramos, en formato de 70x50cm y ha contado con la reproducción y posproducción (con la pertinente restauración digital del original) por parte del fotógrafo Jordi Borràs. De hecho, es interesante mencionar que el original de este cartel de grandes dimensiones estuvo escondido en una maleta de doble fondo de Pere Català i Pic, con el fin de preservar este trabajo de la persecución de los franquistas. Estuvo allí después de la muerte de su autor, Pere Català y Pico, que su hijo Pere Català i Roca lo encontró oculto y doblado.
Al acto han asistido una delegación de Òmnium y la vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés. La reedición ha contado con la complicidad de la Federació Llull (que engloba Òmnium Cultural, Acció Cultural del País Valencià y la Obra Cultural Balear), las 80 librerías más importantes de los Países Catalanes que ya tienen disponible el cartel, y diferentes portales de internet.
¿Cómo se hizo?
Los hijos del fotógrafo Francesc Català-Roca y Pere Català y Roca compraron el barro en la calle Tallers de Barcelona para amoldar la esvástica. De noche, el fotógrafo y su hijo Francesc (que entonces tenía catorce años) se dirigieron al edificio de Capitanía de Barcelona.
Situados en la entrada, con todo el equipo de fotografía preparado y un par de foco, mojaron con agua los adoquines para que brillaran y colocaron una silla. Retrataron el pie de un mosso de escuadra, levantado unos centímetros por encima de tierra donde reponía la esvástica.
De aquel instante fotografiado se reveló una imagen que dio la vuelta al mundo, y se convirtió en uno de los primeros carteles del Comisariado de Propaganda de la Generalitat, de unas grandes dimensiones (70 centímetros de ancho por|para 1 metro de alto), que atrajo las miradas de todo el planeta, en un momento en que todavía no había empezado la II Guerra Mundial.