Si la semana pasada era The New York Times quien ponía la mirada en el referéndum catalán, este jueves, el proceso es protagonista de un largo artículo en el Financial Times. En total, 15 páginas de especial que repasan el proceso político catalán y cómo se ha llegado en esta situación con el testimonio de diferentes actores políticos del proceso como el del vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras; el expresidente de la Generalitat, Artur Mas; la presidenta de Ciutadans, Inés Arrrimadas, y de ciudadanos anónimos de la sociedad catalana.
El especial, titulado "Cómo el referéndum de Catalunya expone una España dividida", retrata como el conflicto entre Catalunya y España, que define "de histórico, nacionalista y de identidad", ha pasado de ser un tema secundario dentro de la sociedad catalana a convertirse en un tema central, apoyado por un Parlamento y Govern con mayoría independentista.
En este sentido, tal como repasa el Financial Times, "Catalunya ha sido parte del Estado durante siglos aunque muchos catalanes se consideran una nación separada con su propia lengua, cultura e historia". Por lo tanto, el referéndum del próximo día 1 de octubre "servirá para enseñar a Madrid –y al mundo– que los 7,5 millones de catalanes desean y se merecen un Estado propio", expone el rotativo.
De hecho, el rotativo se hace eco del poder de manifestación de los catalanes en los últimos años, con las masivas concentraciones cada once de septiembre y señala que aquí es "donde es más evidente el cambio" que ha vivido la sociedad catalana en los últimos años. Además del aumento de estelades en los balcones de las ciudades catalanas que hacen patente este sentimiento del pueblo catalán.
Un referéndum del que en Madrid no quieren ni oír a hablar, tal como expone el Financial Times, "Madrid quiere bloquearlo porque queda fuera de la Constitución y por lo tanto, no tendrá ningún efecto legal". Ante esta negación, el propio diario pide: "¿qué porcentaje de apoyo necesitan los catalanes para que España y Europa cedan?".
"Catalunya quiere decidir su futuro –su futuro político–, pero se enfrenta con un Estado que dice: No puedes tomar estas decisiones. Las tomaremos nosotros en vuestro lugar", define Junqueras, que añade que se acaba reduciendo a "una cuestión de dignidad democrática y política". Artur Mas pone especial énfasis en la judicialización del proceso por parte del Gobierno central y afirma que a pesar de todas las acusaciones y amenazas, no podrán con el pueblo catalán: "Pueden abrir vías penales en contra de centenares de gente, nos pueden amenazar con sacarnos poder. Todo eso lo pueden hacer. ¿Pero qué harán si hay millones de personas en la calle? ¿A quién nos enviarán?", valora Mas.
En el otro lado del tablero, la posición de Arrimadas que cree que "la crisis económica" ha sido la responsable de la crecida de "populismos y nacionalismos". Unas soluciones "mágicas", tal como ella califica, para salir de esta situación. En esta línea, la líder de la formación naranja en Catalunya declara que si "en otros países se dice que todo es culpa de Europa, aquí en Catalunya dicen que todo es culpa de España". Unas palabras próximas a las de Miquel Iceta, que afirma que "la gente tiene miedo, y por lo tanto, piensan que si pertenecen a pequeñas comunidades, estarán más protegidos".
Crisis económica, Estatuto del 2006 y Arenys de Munt
Aparte de fijarse en la historia de Catalunya y España, el Financial Times también retrata acontecimientos más recientes como la crisis económica, el Estatut del 2006 y la primera consulta independentista celebrada en Arenys de Munt en el 2009. Tres elementos que combinados tienen que ver con el aumento independentista de los últimos años. Por una parte, tal como se explica desde el diario ingés, "la crisis económica influye en el aumento del sentimiento independentista" y pone sobre la mesa la conocida frase "España nos roba", que se utilitza para quejarse de la diferencia entre el dinero que da Catalunya y el que recibe.
Con respecto al Estatuto, el Financial Times explica que se presentó en Madrid una propuesta aprobada por el Govern y por el pueblo catalán en un referéndum donde se pedía más autonomía. Una propuesta que fue reducida por parte del Gobierno y se convirtió en "la confirmación que la demanda de más autonomía, derechos y economía no se conseguiría dentro de España".
Por último, la primera consulta independentista celebrada el 13 de septiembre del 2009 en la localidad de Arenys de Munt (Maresme) y que supone un punto de ruptura: la independencia puede llegar a ser posible. Al menos, eso es lo que relatan diferentes testimonios que estuvieron presentes en aquel momento, como el exalcalde del municipio, Josep Manuel Ximenis, que explica que "durante toda su vida la independencia se había visto como un movimiento fantasioso y minoritario, algo imposible de conseguir", pero que a partir de aquel día dejó de serlo. De hecho, durante los dos años siguientes, 553 municipios y cerca de 900.000 catalanes siguieron el ejemplo de la localidad del Maresme y celebraron consultas.
Un reportaje sobre el referéndum y el procés catalán que termina con las palabras de Junqueras y la firme decisión de persistir y seguir hasta el final: "Lo intentaremos. Lo intentaremos. Lo intentaremos".