La estrategia de los comuns pasa por hacer un Govern con ERC que obtenga el apoyo externo del PSC. Con respecto a la CUP, los de Jéssica Albiach no los descartan pero antes les reclaman que dejen de lado a JxCat. Ahora bien, este acuerdo a dos (o tres bandas) con los partidos de izquierdas independentistas parece cada vez más improbable, y más viendo el posicionamiento de En Comú Podem en dos aspectos que han centrado la actualidad política este mismo miércoles.
El primero es la respuesta a la querella que la Fiscalía interpuso este lunes contra el presidente del Parlament, Roger Torrent, y tres miembros más de la Mesa. El independentismo ha respondido este miércoles con una propuesta de resolución de "solidaridad" que denuncia las injerencias de la justicia española en la actividad parlamentaria catalana.
A esta propuesta no se han sumado los comuns, como ha aclarado y lamentado la misma diputada de la CUP Maria Sirvent. Desde En Comú Podem indican a este diario que comparten el rechazo a la judicialización de la política pero no el "relato" que hacen ERC, JxCat y la CUP. Sin embargo, hay que recordar que la propuesta no critica a la Moncloa y se limita a denunciar que la Fiscalía se querelle por autorizar debates referentes a la autodeterminación y la monarquía, dos aspectos que, teóricamente, los comuns comparten con el independentismo.
Aunque desde el partido morado no quieren aclarar qué los molesta del texto, un motivo podría ser no molestar demasiado al PSC, partido del cual necesitarían la abstención por su fórmula de Govern con los republicanos. Cuando se acerca la fecha límite de la constitución del nuevo Parlament, los de Albiach siguen negociando a dos bandas con socialistas y ERC.
Revisión del modelo de orden público
El otro gran aspecto en que discrepan los comuns respecto de ERC y la CUP es la revisión del modelo de orden público. Mientras republicanos y anticapitalistas siguen profundizando en reformar al modelo de orden público, Albiach ha instado a dejar cualquier reforma para comisiones parlamentarias que cuenten con el asesoramiento de expertos. Lo ha dicho en su turno de réplica al conseller de Interior, Miquel Sàmper, que comparecía para dar explicaciones sobre los disturbios vividos a raíz del encarcelamiento de Pablo Hasél.
Este posicionamiento queda totalmente atropellado por la revelación de la candidata de la CUP, Dolors Sabater, sobre un principio de acuerdo con ERC para aplicar una moratoria a las balas de foam, el cual, no obstante, fue enfriado poco después por los mismos republicanos. De hecho, que la revisión se tiene que hacer con la nueva Cámara constituída, los comunes coinciden con JxCat. El PSC, por su parte, opta por aplicar la resolución aprobada en el 2013.
Pero puestos a marcar distancias, hay que destacar la reflexión de Albiach sobre la Brimo. La candidata de los comuns ha rechazado que se tenga que disolver, tal y como reclaman la CUP y los CDR, y ha puesto como ejemplo escenarios en que se manifestaran de forma violenta la extrema derecha o seguidores ultras de equipos de fútbol extranjeros. "¿Qué queremos, que se queden las competencias la Policía Nacional o la Guardia Civil?", ha cuestionado.
¿Izquierdas alejadas?
Más allá de la negativa a ambos lados para llevar a cabo la operación que quieren los comuns (tanto socialistas como republicanos lo han rechazado ya), parece que esta fórmula tampoco será posible por la falta de entendimiento en aspectos tan importantes como la respuesta a la represión o la reforma del modelo de orden público.
Sin embargo, desde En Comú Podem siguen insistiendo. La última dirigente en hacerlo ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha afirmado que "tenemos muchos más puntos en común" con ERC que JxCat. Aunque, entre estas cosas, la alcaldesa ya ha dejado claro que no está la independencia.