La reforma de la sedición ha creado debate y ahora Pablo Iglesias ha alertado que no se criminalice de facto la protesta social. El exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno ha advertido este viernes en una atención a los medios en Sevilla que no tendría sentido que su eliminación concluya con la incorporación "por la puerta de atrás de otros tipos penales para criminalizar la protesta social". Sin embargo, ha reconocido que la derogación de este delito "anacrónico" es un "avance democrático". De momento, los expertos en derecho todavía analizan como afecta la reforma a los condenados por el procés y los exiliados.
Por otra parte, Iglesias ha revelado el malestar de Podemos con la reforma de la sedición. La cosa es que ya ha hablado con compañeros del partido que estudian "muy al detalle una reforma que se ha llevado con enorme secretismo", aunque hay consenso en toda la izquierda sobre que "ninguna reforma puede servir para que activistas sociales que practican la desobediencia civil o protestan en la calle se puedan encontrar con nuevos tipos penales que sirvan para criminalizar la protesta social". Una de las personas del entorno de la formación morada que ha hablado sobre la iniciativa legislativa ha sido Jaume Asens, para explicar que así se rebajará la prisión a un máximo de cinco años.
Grande-Marlaska tiene que dimitir
"Es un avance democrático que no exista la sedición, pero no puede entrar por la puerta de atrás otro tipo de delitos", ha insistido el exlíder de Podemos, en que ha señalado que "no tiene sentido en una democracia tipificar tipos penales que sirvan para perseguir a la gente que protesta". Y es que "la protesta y la desobediencia civil enriquecen las democracias en sistemas de pluralismo político", motivo por el cual Iglesias ha considerado que "está bien que deje de existir un delito anacrónico como la sedición, que ha sido utilizado para criminalizar el independentismo catalán."
El exvicepresidente del Gobierno ha aprovechado para decir que Fernando Grande-Marlaska "tiene que asumir su responsabilidad", por la "violación flagrante de los derechos humanos" en Melilla. Iglesias ha recordado que hubo miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que incumplieron la ley, "bajo las órdenes del Ministerio del Interior" y "a la vista de los vídeos que han aparecido". "A partir de aquí, el ministro tiene que asumir su responsabilidad", ha concluido, dando a entender que Grande-Marlaska tiene que dimitir. Pero el titular de Interior se aferra al cargo y el jueves ya dijo que no dimitiría.