Ciudadanos se encuentra en horas bajas en todo el Estado. Así lo demuestran los resultados electorales de los últimos dos años y medio: la derrota en las generales en el 2019, y más recientemente los cataclismos a la Comunidad de Madrid, en Castilla y León y en Andalucía, han servido para confirmar una evidencia: el proyecto está colgando de un hilo. De la misma manera lo manifestó el portavoz de los naranjas en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, que asumía la semana pasada que la marca está "muy quemada", por lo que es necesaria una refundación. Una opción que ya ha sido acogida por la dirección del partido. Este último lunes, la presidenta Inés Arrimadas compartía que la ejecutiva había decidido blindar la directiva del partido y trabajar, en cambio, para transformar Ciudadanos cambiando su nombre, su color y sus estrategias políticas y comunicativas.
De momento no han trascendido más detalles de cómo será esta nueva formación que tiene que relevar la actual marca. El proceso se alargará seis meses, hasta finales de año, y será durante este tiempo que se sabrán todos los detalles. Pero este cambio profundo podría no llegar a Catalunya. Y es que fuentes del partido de este territorio consideran que la situación aquí no es la misma que se vive por todo el Estado. "Nuestra marca tiene unas características diferentes de la de, por ejemplo, Ciudadanos en Madrid. Aquí el estado de ánimo de la militancia es diferente", aseguran.
Al fin y al cabo solo se entiende por el arraigo histórico que tienen los naranjas en Catalunya. Ciutadans nació como un proyecto inicialmente concentrado al límite territorial de Catalunya el 2005, y solo consiguió tener algún tipo de relevancia a escala estatal a partir de las elecciones generales celebradas diez años después, en 2015. De hecho, las mismas fuentes del partido señalan que, mientras que en España la agrupación lleva por nombre Ciudadanos, en Catalunya oficialmente se dice Ciutadans, manteniendo la marca original.
En Catalunya, "como un tiro"
Es por eso que la directiva catalana defiende "la autonomía" de Cs en nuestra casa, como un caso diferenciado de aquello que pasa por todo el Estado. En la reunión de la ejecutiva del pasado lunes así lo manifestaban los representantes, según explican las fuentes. "Se decía que en Catalunya ya se vería si hacía falta el cambio de marca", defienden, alegando que aquí el partido va "como un tiro". Esto peso a que en las últimas elecciones al Parlament, los naranjas perdieron una treintena de diputados, pasando de 36 a 6. Ahora bien, el partido afronta las próximas elecciones municipales, que se celebrarán en menos de un año, con un evidente optimismo. Recuerdan que son la segunda formación constitucionalista, por detrás del PSC, y confían en que conseguirán unos buenos resultados que les acercarán a los socialistas, ya que tienen bastante fuerza todavía para presentar candidatos por todo el país.
Así pues, mientras que Ciudadanos previsiblemente cambiará de imagen en España en un intento in extremis de sobrevivir y evitar la desaparición más absoluta, Catalunya será un caso aparte. "Aquí no se cambiará nada, Ciutadans seguirá siendo Ciutadans", alegan las mismas fuentes. "Nuestra marca es aún potente". Los naranjas, pues, prevén seguir dando batalla durante un buen tiempo en nuestra casa.