La diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha emplazado al mayor del Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, a no "incidir en el debate público". Así lo ha hecho en una entrevista este lunes en Cafè d'idees, tras varias jornadas de tensión por una supuesta instrumentalización política del cuerpo, seguida del anuncio de la comisión parlamentaria sobre el modelo policial que presidirá la CUP. Ante las advertencias hechas públicas la semana pasada por el Mayor Trapero, que en un punto cuestionó "¿Cómo va a cambiar el mundo lanzar piedras a la policía o quemar contenedores?", la CUP ha pedido a los Mossos que "acepten también" sus "críticas y observaciones".
Críticas legítimas
"Si lo que no quieren es que se los utilice políticamente, que ellos tampoco actúen políticamente". Así se ha defendido la diputada cupaire de los comentarios del mayor Trapero, quien la semana pasada denunció una actitud de "menosprecio" por parte de las instituciones y el auge de "comportamientos preocupantes de intolerancia" contra la policía. Este lunes, Reguant ha opinado que si bien Trapero puede hacer las declaraciones que quiera y que eso "es legítimo", el mayor incurre en una contradicción cuando pide que no se politice el cuerpo de los Mossos cuando, a la vez, no se muestra abierto a recibir "las críticas y observaciones" por parte de los partidos políticos. Para Reguant, los Mossos "intentan incidir en el debate público que hay en torno a la comisión que se ha creado en el Parlament y que se tiene que acabar de constituir".
Transparencia policial
Preguntada sobre la nueva comisión de estudio del modelo policial del Parlament, a partir de la cual los anticapitalistas esperan crear un "mecanismo independiente para fiscalizar las malas praxis de los cuerpos policiales", Reguant ha explicado que una de las motivaciones es poder sancionar a los agentes en paralelo a la justicia española y que se haga con más celeridad".
El lunes pasado, la presidenta de la CUP en el Parlament, Dolors Sabater, aseguró que la comisión será la verdadera auditoría que según su opinión la Conselleria de Interior nunca llegó a hacer. Con eso, Sabater se refirió a lo que el entonces conseller Miquel Buch llamó "la auditoría mayor de la historia" y que se materializó en 34 investigaciones con 50 agentes implicados, una investigación que se activó después de que se detectaran algunas conductas de posible mala praxis entre los agentes antidisturbios en las manifestaciones postsentencia. Sabater dijo que esta comisión de estudio responde a una "demanda mayoritaria" de la sociedad y recordó que su organización la puso como condición en el pacto de investidura de Pere Aragonès.