La afinidad entre Junts per Catalunya y el Partido Popular en el Congreso de los Diputados tiene muchas derivadas. Del mismo modo que hace tambalear la estabilidad de Pedro Sánchez, también mueve las placas tectónicas del PP. No es ninguna novedad que la complicidad, aunque sea parlamentaria, entre el PP y Junts levanta recelos y desconfianzas en ciertos sectores populares, pero la batalla interna ha reavivado públicamente en los últimos días. Las discrepancias han sido palmarias. Las dos almas que se han expresado las encarnan Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. El líder andaluz participó en un desayuno de ABC en Madrid y, preguntado por la relación que debería el PP con Junts, se mostró “partidario” de tener una “relación fluida” con los juntaires con el objetivo de que el PP no esté “aislado” en la cámara baja. Ahora bien, la “relación fluida” que enarbola Moreno choca de frente con la oposición frontal que abandera la presidenta madrileña: “Con los nacionalistas, no pactaría nunca más nada de nada, no iría ni a la vuelta de la esquina”. Y, en medio de ambas visiones, Alberto Núñez Feijóo aspira a que sus iniciativas en el Congreso fructifiquen, algo que pasa inexcusablemente por el apoyo de Junts (o del PNV, aunque la relación entre popular y jeltzales pasa por uno de los peores momentos en años por los continuos reproches entrecruzados entre ambas formaciones).

🔎 El giro del PP con Junts: de plantear la disolución a alcanzar acuerdos “satisfactorios”

 

Justo ahora se cumple un año del día que se supo que los populares estudiaron durante 24 horas la legalidad de la ley de amnistía y que Feijóo estaría abierto a conceder un indulto condicionado a Carles Puigdemont si rinde cuentas ante la justicia española, cumple la condena, pide la medida de gracia y renuncia a la vía unilateral. En público, era el momento que el PP relacionaba abiertamente Junts con el terrorismo. 365 días después, ambas formaciones se alían sin complejos en el Congreso y han logrado enmarcar en la normalidad votaciones conjuntas que comprometen al Gobierno. Descartada rotundamente una hipotética moción de censura (Puigdemont y Turull cierran la puerta de lleno pese a los cantos de sirena de Feijóo), la complicidad entre juntaires y populares queda perimetrada en temas sectoriales. Pero esto tampoco genera consenso en las filas populares.

Juanma Moreno defiende que el PP no puede estar “aislado” y Alejandro Fernández lo compara con la Inteligencia Artificial

“Tenemos que entender que en el ámbito parlamentario no podemos estar aislados de lo que sucede, ni de los acuerdos, ni de los pactos, porque flaco favor le haríamos a España ni a los intereses del propio partido. […] Si Sánchez puede pactar con todos, nos está llevando a un rincón del cuadrilátero”, sostuvo hace unos días Juanma Moreno Bonilla, que defendió la idoneidad de poder “entenderse” con Junts en el Congreso y mantener una “relación fluida” con la formación capitaneada en Madrid por Míriam Nogueras. “Ha habido puntos de encuentro en materia económica, ha habido una unidad y nos hemos puesto de acuerdo”, reivindicó en relación con el rechazo al impuesto a las energéticas.

Eso sí, quiso marcar distancias con Carles Puigdemont, que está a las “antípodas” de lo que él defiende y con quien consideró que “no hay posibilidades de entendimiento”. “Aspiro a que, de una vez por todas, su propio partido decida hacer un recambio y una renovación”, esgrimió. “¿Hay posibilidades reales de entendimiento con Puigdemont? Evidentemente, no. Está cómodo en la actual situación, humillando todos los días al Gobierno de Sánchez, tomando las decisiones que le place y marcando el ritmo al país. ¿Por qué va a perder esa comodidad? Nunca en su vida ha soñado con encontrarse desde Bruselas gobernando el país”, concluyó. Las palabras de Juanma Moreno Bonilla indignaron al líder del PP Catalán, Alejandro Fernández, que tildó sus declaraciones de “manipulaciones de la Inteligencia Artificial”. “Me niego a creer que ‘aspire’ a que mis rivales crezcan. Yo le deseo lo mejor”, añadió en X. El pasado mes de mayo, Fernández ya rechazó cualquier complicidad con Junts: “No tengo nada que hablar con prófugos golpistas, es de Barrio Sésamo”.

 

Ayuso: “Con los nacionalistas, no pactaría nunca más nada de nada, no iría ni a la vuelta de la esquina”

Y Alejandro Fernández ha recibido el apoyo de Isabel Díaz Ayuso, que reiteró su oposición frontal a cualquier aproximación a Junts. Sea cual sea y llegue cuando llegue. “Tenemos el Gobierno más débil de la democracia, que está preso de los nacionalistas, con quienes yo no pactaría nunca más nada de nada”, defendió frente a los medios de comunicación después de un acto para promover el garbanzo madrileño. “Con el nacionalismo, no iría ni a la vuelta de la esquina”, añadió. Es la misma expresión que usó la presidenta madrileña hace un año para desmarcarse de cualquier alianza con los juntaires. “El nacionalismo es el cáncer de España, es el que está causando todo este destrozo institucional, económico, social y está carcomiendo la vida pública, las instituciones y la vida ordinaria de todos los españoles”, insistió hace unos días. “Odian a España, viven de los españoles y solo han venido aquí para hacer daño. Y con todos esos, nada, lejos”, remachó.

 

Feijóo: “A mí, de momento, no me da órdenes nadie”

A todo esto, el lunes fue el turno de Alberto Núñez Feijóo. En su discurso delante de la Junta Directiva Nacional del PP, el principal órgano del partido entre congresos y con la presencia de cuatro barones, quiso afianzar su liderazgo. “Para buscar pollo sin cabeza, sugiero mirar al Ejecutivo y al señor Sánchez esperando las órdenes de Puigdemont. A mí, de momento, no me da órdenes nadie más que los afiliados y el programa electoral de mi partido”, subrayó el líder del PP. Las “órdenes” que no recibe tienen una doble lectura. Por un lado, no tiene una relación estructural con Junts (el discurso del PP fue que Puigdemont “secuestró” el Consejo de Ministros durante la negociación sobre el decreto) y no tiene el grado de dependencia que tiene Sánchez respecto a los votos de los juntaires. Por otro lado, y no es menor, él ocupa el despacho de la séptima planta de Génova 13 y, por lo tanto, es líder del PP y no cederá frente a los recelos que lleguen de sus propias filas.

Agradezco todas y cada una de las opiniones que, de buena fe, aconsejan sobre cómo fulminar tanto despropósito como hay en España, agradezco el interés por combatir a un PSOE sin futuro”, verbalizó también el lunes, más en clave interna. “Los chantajes y las presiones que se los queden otros para su politiqueo de poca monta”, insistió. Y volvió a defender su cambio de postura con el decreto: “Somos un partido libre para decir que no cuando de lo que se trata es de salvar a Sánchez y libre para decir que cuando de lo que se trata es de dejar claro que estamos a favor de subir las pensiones a nuestros mayores”.

 

“No hay sintonía, hay asintonía de Junts con Pedro Sánchez”

Desde Génova, niegan que se estén acercando a Junts y están dispuestos a mantener la misma estrategia en el Congreso. “No hay acercamiento, no hay sintonía. Hay asintonía de Junts con Pedro Sánchez”, resumen fuentes cercanas a Feijóo consultadas por ElNacional.cat. “El PP no se mueve, quién se mueve es Junts”, esgrimen las mismas voces. Los populares defienden que no han “cambiado” sus planteamientos ni han “matizado” sus propuestas parlamentarias para seducir a Junts y rebaten que hayan puesto en marcha ningún “plan” para conseguir los apoyos de Junts. Alegan, sencillamente, que no van a “renunciar” a sus iniciativas y a “defender” su programa electoral, aunque esto conlleve una alianza parlamentaria con los juntaires. “No podemos adecuar nuestra estrategia a ellos”, reiteran desde la sala de máquinas del PP. En la misma línea se expresó hace un mes y medio el portavoz del PP en el Congreso. Miguel Tellado aseguró que está “tremendamente satisfecho y orgulloso” de sumar con los juntaires y abrió la puerta a reeditar esta complicidad: “En todo el que coincidamos estoy seguro de que Junts encontrará nuestros votos y nosotros encontraremos los suyos”.

Las mismas voces consultadas por ElNacional.cat reafirman que el PP impulsará iniciativas parlamentarias conforme a su programa electoral y se muestran encantadas de contar con la complicidad de Junts: “Si se apunta, perfecto”, subrayan. “¿Qué hacemos? ¿Votamos en contra de nuestros textos?”, responden al ser preguntadas por este medio si las críticas internas harán virar sus planteamientos en la cámara baja. Tampoco temen que esto afecte su relación con el PP Catalán. E insisten que ellos siempre han estado haciendo oposición a Pedro Sánchez, mientras que aducen que el cambio, en ciertos temas, respecto al inicio de la legislatura ha sido de la formación liderada en Madrid por Míriam Nogueras. Además, recuerdan que hay “muchas cosas” con las que no coinciden con Junts y reivindican que no han dejado de “defender la unidad de España”.

“Hay coincidencia y unanimidad que hay que pactar con otros grupos con naturalidad y normalidad”

A pesar de las evidentes discrepancias entre algunos de los barones populares, en Génova intentan exhibir unidad interna. “Si es para bajar impuestos, hay coincidencia y unanimidad que hay que pactar con otros grupos con naturalidad y normalidad, es lo que se produce en el Congreso de los Diputados”, sostuvo Borja Sémper esta semana en una entrevista en Onda Cero. El portavoz del PP defendió la importancia de “dibujar una alternativa” y apostó por “convocar” al resto de las formaciones políticas del Congreso: “No es una cuestión de llevarse bien o mal, es una cuestión de compartir ideas y sacar adelante proyectos que beneficien a los ciudadanos”.

“¿Puigdemont no es obstáculo para el entendimiento del PP con Junts?”, le preguntó Carlos Alsina, a lo que Borja Sémper respondió con evasivas, pero dejando claro que la figura de Puigdemont no impedirá futuras alianzas parlamentarias: “¿Cómo vamos a desperdiciar los votos de Junts, del PNV, de Vox o de cualquier otro partido? Tenemos que tener relación con todos los grupos parlamentarios”. Y es que el PP confía que sus propuestas en materia de impuestos, de vivienda o de conciliación tengan futuro con la complicidad de Junts. Repiten y repiten que no modulan su discurso para seducir a los juntaires. Insisten reiteradamente que ponen su programa electoral encima de la mesa y son otros los que se adhieren a él. Pero la realidad, independientemente del origen y de las causas, es que ha habido una aproximación aritmética del PP a Junts. Y existe una coincidencia creciente en el Congreso que no es vista, ni de lejos, con los mismos ojos en todos los sectores del PP.