La confianza de Junts en el PSOE está bajo mínimos. El partido de Carles Puigdemont ha decidido retirar la iniciativa parlamentaria que instaba a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza para dar "tiempo" al PSOE y hacer un "último esfuerzo para evitar la ruptura". Una "prórroga", en palabras de Jordi Turull. A pesar de eso, tal como expresó el secretario general de la formación, los juntaires siguen recelando de los socialistas porque la confianza no existe. De puertas adentro, también insisten en su nula esperanza de un cambio de actitud por parte de los negociadores socialistas. "No parece que la legislatura tenga recorrido", verbalizan fuentes de alto nivel de Junts consultadas por ElNacional.cat. Aunque hay negociaciones y conversaciones abiertas, la complicidad entre los dos actores está más que deteriorada. Y desde las filas juntaires no auguran un futuro prometedor al mandato de Pedro Sánchez.
Las mismas voces circunscriben la decisión de retirar la proposición no de ley en una "concesión" —no una "cesión"— por dar únicamente respuesta a la petición del mediador internacional, Francisco Galindo, de evitar una ruptura que significaría un "retroceso difícil de superar" y que "frenaría avances" de los cuales él es conocedor y no puede revelar. "El árbitro ha pedido tiempo muerto", subrayan fuentes de Junts a este periódico. Y ponen énfasis en el hecho de que el verificador reconocía que no se han materializado algunos de los puntos en que hay acuerdo político entre las dos partes. De hecho, desde Junts establecen una clara diferencia entre la "constancia" de la negociación en Suiza entre Junts y el PSOE y la inoperancia de la mesa de diálogo entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno que pactó ERC con el PSOE hace cinco años y que se reunió en dos ocasiones en una legislatura. Junts traslada su confianza al embajador con la esperanza de que en las próximas semanas podrá conseguir frutos de las negociaciones que están en marcha.
Tres materias pendientes en la delegación de las competencias en inmigración
Una de las carpetas que todavía está abierta es la delegación de las competencias en inmigración, acordada entre Junts y el PSOE hace más de un año a cambio del aval de los de Míriam Nogueras a los tres primeros decretos de la legislatura. Las fuentes consultadas por este periódico explican que las negociaciones continúan atascadas en el mismo punto que hace unas semanas: sin acuerdo en la expedición de Documentos de Identidad para Extranjeros (NIE), en la tramitación de expulsiones de inmigrantes y en la presencia de los Mossos d'Esquadra en las fronteras. Este último punto es el que más incomoda a los socialistas, especialmente a Fernando Grande-Marlaska: los juntaires consideran que el ministro del Interior se ha convertido en uno de los grandes obstáculos en esta negociación. También fuentes de la alta jerarquía del Consejo de Ministros apuntan que el acuerdo definitivo en esta carpeta no llegará pronto porque los escollos se han enquistado.
Desde las filas de Junts, dan importancia a las tres variables. De hecho, recuerdan que en 1997, en el traspaso de competencias de tráfico, una de las cosas que quedó fuera fueron las competencias sobre la expedición de carnés de conducir. En aquella ocasión, el Gobierno de José María Aznar ganó el pulso y evitó que el Servei Català de Trànsit se hiciera cargo de ello. "Pretende la transferencia a Catalunya de las facultades de ejecución de la legislación estatal en materia de tráfico y circulación de vehículos de motor, a excepción de las facultades que se retienen por la Administración del Estado, que son, fundamentalmente, las relativas a los permisos y licencias de conducir y las referidas a la matriculación y permisos de circulación de vehículos", destacó el 16 de septiembre de 1997 el diputado del PP Manuel Seco durante el primer debate parlamentario de la Ley que haría posible el traspaso. Y ahora los juntaires no quieren volver a caer en lo mismo: insisten en que la delegación en inmigración que se acordó es "integral".
En "otro planeta" respecto de unos hipotéticos presupuestos españoles
Lo que también está lejos son los Presupuestos Generales del Estado. Desde Junts, niegan categórica y rotundamente que haya un mínimo contacto con el Gobierno sobre unas hipotéticas cuentas públicas. Ninguna conversación. Ningún avance. "Estamos en otro planeta", reconocen fuentes de Junts a este medio. La única vez que se han producido contactos sobre esta materia con el Ministerio de Hacienda fue a principios del 2024 para abordar las cuentas generales de aquel ejercicio; quedó todo en papel mojado cuando Sánchez renunció a aquellos presupuestos a causa de la anticipación de las elecciones catalanas. Fuentes de la dirección de Esquerra Republicana también explican a este periódico que no tienen ninguna intención de aprobar ni los presupuestos españoles ni los catalanes. Es por eso que ya hace semanas que desde la Moncloa quitan hierro a un escenario en el que no haya nuevas cuentas.
Tampoco ha habido conversaciones recientes entre PSOE y Junts sobre la senda de déficit, que los independentistas tumbaron en julio y que la Moncloa retiró en septiembre para evitar un nuevo porrazo parlamentario. Es el primer paso (imprescindible) para posibilitar unos nuevos presupuestos, pero está lejos de tener luz verde. Las diferencias entre ambas formaciones en materia económica se han acentuado todavía más esta semana, con el anuncio del Ministerio de Hacienda de ampliar a todas las autonomías la condonación de la deuda autonómica. Los juntaires no anticipan el sentido de su voto cuando esta medida llegue al Congreso de los Diputados, pero advierten que ERC se ha tragado un nuevo engaño socialista cuando han aceptado que la condonación sea para todas las autonomías, no solo la catalana.
Todavía pendientes de la oficialidad del catalán
Tampoco se ha hecho todavía realidad la oficialidad del catalán en Europa, un acuerdo de principios de legislatura a cambio del nombramiento de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados. Con los micrófonos apagados, fuentes de Junts admiten que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha sensibilizado con esta causa; pero advierten que todo es voluntad política, instan a Pedro Sánchez a descolgar el teléfono y llegar a pactos con los otros estados de la Unión Europea para que avalen esta medida.