PP y PSOE se han partido esta semana a medias la cúpula de gobierno de los jueces españoles. Han llegado a un pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial después de tener el mandato caducado durante cinco años y medio, y han decidido atribuirse diez miembros para cada uno. Sumar asegura que también ha conseguido colocar a sus vocales, pero la realidad es que esta vez no hay cuota catalana ni vasca: Junts y PNV se han quedado sin representación en la cúpula de la justicia española. Ni siquiera han incluido a ningún catedrático de un prestigio reconocido. El caso es que la 'gran coalición' de socialistas y populares todavía tienen otras cuotas de poder pendientes de repartirse: tendrán que ponerse de acuerdo durante las próximas semanas o meses para renovar otros órganos pendientes; como es el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y también Radio Televisión Española (RTVE).
Junts per Catalunya y Esquerra Republicana denunciaban este martes —día en que se firmó en Bruselas el acuerdo por el CGPJ— que PSOE y PP hicieron "lo mismo que en los últimos 40 años", repartirse el poder entre los dos. Pero hay una diferencia: la ausencia de la histórica cuota catalana y vasca. A pesar del acentuado bipartidismo que había en España hasta el año 2015, en este órgano de gobierno judicial siempre había habido dos o tres puestos destinados a Convergència i Unió, el PNV e Izquierda Unida; la cuota se mantuvo intacta incluso con el gobierno del PP de Mariano Rajoy con mayoría absoluta. Ahora, en cambio, una fuente de alta jerarquía del actual Gobierno del PSOE se sacude las manos cuando se le pregunta por la ausencia de vascos y catalanes en el nuevo CGPJ: "Los socios se ponen celosos porque saben que dejan de tener influencia si conseguimos ponernos de acuerdo con el PP".
"Es un desastre porque dejas de enterarte sobre qué se cuece en el tercer poder del Estado", manifiesta en declaraciones a ElNacional.cat Alfons López Tena, exdiputado en el Parlament con Solidaritat per la Independència (SI) y también exvocal del CGPJ. Entró allí en 1996 a propuesta de Convergència i Unió. Opina que es imprescindible que en el órgano de gobierno de la justicia española haya cuotas que representen minorías. Asegura que "PSOE y PP siempre han colocado algunos vocales que están conectados con la cúpula más alta del partido" que siempre acaban obedeciendo el sentido del voto de la rama progresista o conservadora a la cual pertenecen. "Por eso algunos vocales han acabado más tarde siendo ministros", señala, a pesar de admitir que hay algunos que sí que actúan de una forma más independiente "porque no tiene interés en una carrera posterior".
Afirma que en algunos casos el papel de vascos y catalanes en este órgano era ejercer de mediadores entre las familias conservadora y progresista. Preguntado sobre qué opina de la insistencia del PP en la idea de que 'los jueces tienen que escoger a los jueces', López Tena asegura a este periódico que "es una burrada". Insiste en que es una obvia "realidad sociológica" que la mayoría de jueces acostumbran a tener una tendencia conservadora; una forma con la que los populares conseguirían tomar el control perpetuo de esta cúpula.
Banco de España, CNMC, CNMV y RTVE
Ahora PSOE y PP tienen más deberes: tienen que renovar también los órganos de dirección del Banco de España, la CNMC, la CNMV y RTVE. Se les ha preguntado a varios líderes de los dos partidos en los últimos días si el acuerdo por el CGPJ ha allanado el entendimiento para estos cuatro organismos. Pero multitud de voces del PSOE y del PP insisten en público y en privado en que eso no es así. De hecho, se esperaba que el pacto para el CGPJ pudiera incluir también el nombramiento del nuevo gobernador del Banco de España; pero no ha pasado. Y es urgente: el 11 de junio caducó el mandato del gobernador Pablo Hernández de Cos. Y ahora la gobernadora en funciones, Margarita Delgado, no tiene derecho a votar en la decisión del 18 de julio del Banco Central Europeo sobre si mantener o recortar los tipos de interés de la eurozona.
Este pasado jueves, el ministro Félix Bolaños se mostraba partidario en una entrevista en TVE que las dos principales fuerzas políticas del estado español sigan hablando con el fin de llegar a consensos en "todos los órganos regulables". Pero en la dirección del PP recetan calma. "No corre prisa", manifiesta una fuente de Génova 13. Defienden que RTVE tiene que ser un paquete aparte, porque consideran que es el tema más dificultoso de todos en el que llegar a un acuerdo. Insisten en que hay que encontrar un nuevo modelo que acabe con la "politización" de la dirección de la radiotelevisión pública española.
Los mensajes que llegan por parte del PP, además, son más beligerantes. "No veo por qué" un acuerdo tiene que comportar otro acuerdo, manifestaba el popular Esteban González Pons, artífice del pacto para el CGPJ, cuando se le preguntaba sobre los otros organismos. "Una vez hemos visto cómo respira el PP, hemos comprobado que continuará en su línea", señalaba una fuente de la dirección del PSOE este miércoles en el Congreso de los Diputados, después de que Alberto Núñez Feijóo mantuviera la ofensiva contra Pedro Sánchez tras haber pactado el CGPJ. Pero desde el Gobierno también hacen señales de optimismo: "El acuerdo para el CGPJ pone de manifiesto que el PP sabe que no habrá nuevas elecciones y que quedan tres años de legislatura; si vieran un adelanto en el horizonte, no habrían pactado la renovación".