Desde que el pasado viernes JxCAT no dio apoyo a la investidura de Pere Aragonès, republicanos y Junts han vivido un fin de semana inmerso en un escenario de fuegos cruzados. El dirigente de ERC Joan Tardà este sábado aseguraba que la abstención de JxCAT a la investidura de Aragonès se debía a una "rabieta" de la formación liderada por el presidente Carles Puigdemont. "Se tiene que entender la rabieta. No es fácil aceptar que los masoveros vayan por delante cuando siempre has sido señor", señaló ayer irónicamente Tardà, en clara referencia a las relaciones sociales del feudalismo. La respuesta del presidente en el exilio no se ha hecho esperar ni 24 horas y, coincidiendo con el domingo de ramos, Puigdemont ha rememorado el pasado trabajador de su familia.
"Hoy es el domingo de ramos. Es el día del año que en la pastelería de casa se hacen más roscones. En nuestra adolescencia ayudábamos todos; a mí me tocaba montar la nata", ha tuiteado Puigdemont en un hilo de Twitter.
Dificultades del trabajo
En esta jornada se encontraban dos complicaciones. La primera es que, como coincidía con el cambio horario, dormían una hora menos. "La segunda era peor: era el día que la hidroeléctrica escogía para hacer mantenimiento, y dejaba sin luz de fuerza toda nuestra zona", ha relatado Puigdemont.
Por eso, tenía que hacer buena parte de la tarea manualmente, en una jornada laboral que empezaba de madrugada y se alargaba hasta casi las tres de la tarde. En este tiempo, montaba litros de nata para que su padre y hermano pudieran rellenar los roscones, por lo cual, ha recordado que, prácticamente, se convertía en una "batidora humana". El ritmo del obrador, ha expuesto, era como el de una ópera. "Largo, coral, intenso, con momentos de dramatismo ("¡Nos quedaremos sin nata"!)" y siempre con un gran final. Exhaustos, pero satisfechos", ha narrado.
"Éramos gente normal y trabajadora sirviendo a gente normal y trabajadora en una fiesta que veíamos, con nuestros ojos de niños o adolescentes, como un primer estallido de alegría después de la oscuridad invernal", ha defendido Puigdemont en Twitter, donde ha añadido: "No sé si es una historia de señores y de masoveros. Es una historia normal de un país de gente trabajadora, a veces sacrificada, acostumbrada a superar dificultades sin compadecerse más de la cuenta. Da igual de qué rincón hablamos, si de ciudad o de montaña. En todas partes es igual".
El presidente ha acabado su hilo con una referencia a la situación actual marcada por la pandemia de la Covid, así como por las consecuencias económicas y sociales que ha comportado. "Las dificultades hoy son muy serias. La crisis derivada de la Covid amenaza negocios, empresas y por lo tanto puestos de trabajo. Menos recaudación, menos recursos para las políticas sociales, y al mismo tiempo más necesitados. No es un simple corte de luz. Y por eso tenemos que salir adelante todos", ha concluido Puigdemont.