Los responsables de la Banca Privada de Andorra (BPA), Higini Cierco y Joan Pau Miquel, han roto el silencio después de que hayan salido a la luz nuevos correos electrónicos del CNI que confirman la implicación de Rajoy, Andorra y Estados Unidos en la operación Catalunya. El exconsejero delegado de la BPA, Joan Pau Miquel, ha afirmado que prevé ampliar al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la querella por coacciones que interpuso contra el exministro Jorge Fernández Díaz. En una entrevista este lunes en RAC1, Joan Pau Miquel ha confirmado que tenían sospechas de la implicación de Rajoy: "No me ha sorprendido nada, imaginé que eso no se podía hacer en un café entre policías. Había su implicación y la de otros miembros del gobierno; también por parte del exministro de Economía Luis de Guindos". Y ha detallado que "no deja de ser una cosa que hemos ido percibiendo, o que hemos ido vinculando, por los comentarios de los unos y los otros. Y sobre todo, al hablar con mucha gente, la existencia del hombre 'X' es absolutamente necesaria, y dudábamos de que fuera el ministro Jorge Fernández Díaz".

Ante las nuevas revelaciones, ha asegurado que tocar ampliar las causas y querellarse contra Rajoy". Sin embargo, ambos han expresado su satisfacción que haya salido a la luz toda esta información. "Estamos consternados, pero ilusionados", han afirmado.

10 años de proceso judicial

Higini Cierco y Joan Pau Miquel han denunciado que nadie les reconoció la presunción de inocencia y desde el primer momento les criminalizaron tanto desde la entidad como sus gestores. Cierco ha asegurado que no sabían cuál sería su futuro y ha reconocido que "hemos vivido con miedo durante diez años". "Tienes amenazas de todo tipo y sufres que te puedan detener en cualquier momento porque te enfrentas a dos estados, España y Andorra," ha añadido. Quien era propietario de la BPA ha explicado que cuando el Gobierno hizo maniobras para intervenir la entidad y la hizo caer envió a sus hijas a estudiar en el extranjero, que en aquel momento tenían 6 y 10 años.

La peor parte de la persecución orquestada por la policía patriótica se la llevó el exconsejero delegado de la BPA, Joan Pau Miquel, que estuvo 22 meses en prisión preventiva en Andorra y en régimen de aislamiento. Más adelante, cuando pudo salir de la prisión, estuvo 4 meses en vigilancia domiciliaria, pero después su movilidad siguió restringida, ya que le pusieron un brazalete y no podía salir de Andorra. Ha afirmado que ahora se encuentra mejor, pero lo cual todavía tiene 30 procesos penales abiertos y en instrucción desde el 2015: "Es una aberración, la justicia se tiene que impartir en un tiempo razonable". Los procesos abiertos lo involucran en investigaciones sobre sus clientes y que, según Miquel, no tienen nada que ver con ellos.

Los dos dirigentes de la BPA han lamentado que no recibieron ninguna muestra de solidaridad en Andorra. "Salieron en tromba a criminalizarnos en los medios, sin darnos ninguna oportunidad. La maldad que ha habido y hay es inimaginable", ha afirmado. Con todo, confían en que las nuevas revelaciones tengan repercusión y se pueda abrir alguna vía judicial. Sin embargo, Cierco ha recordado que han sido "extraordinariamente generosos y magnánimos" y por eso han propuesto al gobierno andorrano renunciar a posibles compensaciones económicas a cambio de hacer una ley de amnistía. Hasta ahora, los grupos que dan apoyo al gobierno de Andorra han rechazado la propuesta.