“Se aburre en casa, necesita acción”. Es “opaco, desconfiado, inteligente, propenso a la insinceridad y capaz de manipular”. Tiene “tendencia al hurto, buena memoria, éxito en las relaciones sociales y una máscara para encubrir la inseguridad”. Son algunas de las descripciones que hizo en 2014 el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de Abdelbaki Es Satty después de reunirse con él en tres ocasiones en la prisión de Castellón. Es lo que consta en la documentación desclasificada por el CNI y remitida a la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre los atentados del 17-A, a la que ha tenido acceso ElNacional.cat. Uno de los documentos es un informe grafopsicológico con fecha de 12 de mayo de 2014 que radiografía una carta que escribió Es Satty en la prisión (a petición del CNI) sobre el proceso por el que lo detuvieron por narcotráfico. “Es una persona que se aburre en casa, necesita acción. Le gusta la aventura y lo social”, esgrimía el documento, que lo presentaba como una persona “ansiosa, hipersensible, muy controladora, ingeniosa e investigadora”. “Como es un individuo con una alta inteligencia y mucha memoria, sería capaz de manipular con eficacia. Si dice que no recuerda alguna cosa de lo que tenga que informar, lo más probable es que esté mintiendo”, remachaba.
📝 El CNI quiso captar a Es Satty como confidente en tres reuniones, pero lo descartó
Asimismo, apuntaba que era un “individuo preciso, capaz, resolutivo, pragmático e idealista”, pero reconocía que era “ceremonioso y propenso a la insinceridad, al exceso de táctica y a deliberaciones contaminadas por ideas superficiales”. “Tenderá a la adulación y a utilizar mucha parafernalia en las relaciones. Posiblemente, es una persona de éxito en las relaciones sociales diplomáticas o de representación”, proseguía el informe. También recogía que era una persona con un “autocontrol alto en las manifestaciones de cólera” y “muy independiente, muy observadora y detallista”. Además, apuntaba que tenía mucho interés en su imagen: “Puede distraerse en cuestiones de fama y presentación, de modo que se preocupará por su imagen, incluso al vestir. […] Se debe tener especial cuidado cuando esté comprometida su imagen, ya que tenderá a adornar su actuación e incluso a maquillarla”.
“Tiene las ideas claras, trabaja para él y va por libre por su alta independencia. Puede resultar pesado cuando intenta detallar alguna cosa que lo puede beneficiar”, añadía. Y presentaba tres consideraciones casi contradictorias: “Parece muy seguro de sí mismo, pero, posiblemente, sea una máscara para encubrir su inseguridad. […] Es fiable, ya que percibe muy bien el entorno, aunque tendrá tendencia a decir lo que quieren oír los demás. […] El dinero no es su motivación principal, tiene tendencia al hurto y es un poco obsesivo”.
“Da la impresión de querer jugar con sus conocimientos”
La segunda fuente de información para conocer más a fondo a Es Satty la ofrecen las conclusiones de los agentes del CNI que se reunieron con él en la prisión. “Se trata de una persona muy opaca, apenas ha mostrado interés por nada”, reconocieron el 17 de marzo de 2014, después del primer encuentro. Consideraron que se había mostrado “muy desconfiado” y “siempre temeroso de su desenlace final”, dado que se sentía “muy amenazado”.
“Un individuo bastante inteligente y muy desconfiado. […] Muchas veces da la impresión de querer jugar con sus conocimientos y el de los interlocutores, empieza hablando de un tema para que sea retroalimentado y de esta manera valorar su progresión y cuando se le pide que continúe, suele quedar callado”, añadieron el 31 de marzo. Y pusieron un ejemplo: “Se le pide un teléfono para entrar en contacto y, como siempre, el impulso inicial lo lleva a dar los tres primeros números, pero se frena aludiendo que no lo recuerda muy bien, cosa improbable en una persona que da muestras de tener plenas capacidades”. Finalmente, la entrevista del 24 de abril no apaciguó las dudas del CNI: “En todo momento la actitud de Es Satty es de desconfianza hacia sus interlocutores. Hay que mantener una gran cautela. Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad y confianza”.
En relación con las tres entrevistas de 2012 con la Guardia Civil, los informes concluían que Es Satty era “conocedor de estructuras radicales sin poder afirmar vínculos con organizaciones terroristas”, estaba “temeroso de las posibles repercusiones personales” de tener relación con la Guardia Civil y quería colaborar por las “amenazas de muerte” que había recibido y su “deseo de no volver a Marruecos”.
Detenido en 2010 en Ceuta por transportar 130 kilos de hachís
¿Por qué estaba en la cárcel? Cuando estaba en la mezquita de Vilanova i la Geltrú, Abdelbaki Es Satty entró en contacto con uno “seguido de individuos miembros de un clan” y, especialmente, con dos hermanos. “Con este entorno, desarrolló actividades de traslado y transporte por carretera en el Marruecos de utensilios, normalmente de procedencia ilícita, proporcionados por ellos”, relataba el informe de la Guardia Civil de la primera entrevista con él, el 5 de abril de 2012. “Posteriormente, le obligaron a transportar hachís desde Marruecos bajo amenazas contra su persona y familia”, proseguía.
Y Es Satty fue detenido en la frontera de Ceuta con 130 kilos de hachís y fue condenado por un delito contra la salud pública. “Vino a Castellón directamente como preso preventivo, pasó un tiempo en Ceuta por el juicio y nuevamente volvió”, exponía el informe del CNI después de la primera entrevista. En la segunda reunión, aseguró que el hachís era de los dos hermanos, que “unos meses antes le habían propinado una paliza que casi lo mata”. Además, el CNI hizo constar que Es Satty afirmó que había recibido un mensaje de los hermanos amenazándolo que si explicaba alguna cosa lo matarían a la salida de la prisión y eso “motivó sus recelos a relacionarse con nadie”.
Su relación con la operación Chacal de 2006
Uno de los intereses del CNI en Es Satty eran sus conocimientos sobre la operación Chacal, que tuvo lugar el enero de 2006 y que comportó la detención en Vilanova i la Geltrú de los “integrantes de una célula islamista que formaba parte de una estructura vinculada en el Grupo Islámico Combatiente Marroquí con presencia en Europa (principalmente Bélgica) y Siria”, según consta en el informe del CNI de la primera entrevista. El objetivo de la operación era desarticular dos células dedicadas a enviar combatientes al conflicto del Irak para integrarse en las filas de Al Qaeda. Una estaba implantada en torno a la mezquita de Vilanova i la Geltrú, de la que Es Satty era imán suplente, y “estuvo relacionada con el traslado a Irak de Belgacem Bellil, que ejecutó un ataque suicida haciendo estallar un camión bomba contra un acuartelamiento italiano en Irak y provocó 35 muertos”, indicaba el CNI. “Es Satty nunca fue detenido ni imputado en el marco de esta operación”, puntualizaba el documento.