La reunión de los presidentes Pere Aragonès y Pedro Sánchez este viernes en la Moncloa ha acabado con el anuncio de una nueva convocatoria de la mesa de diálogo que se celebrará la última semana de julio en Madrid. Así lo han anunciado simultáneamente los dos gobiernos, que no han concretado el día pero han adelantado que será una reunión de trabajo y sin presidentes. En su comparecencia en la delegación de la Generalitat, Aragonès ha subrayado que el objetivo de esta nueva convocatoria es abordar el fin de la represión y avanzar en la desjudicialización del conflicto con unos "primeros acuerdos parciales".
Precisamente, la última reunión entre Aragonès y Sànchez se produjo el 15 de septiembre del año pasado en el Palau de la Generalitat, coincidiendo con la primera convocatoria de la mesa de diálogo. Desde entonces, este foro no se ha vuelto a reunir, aunque había un compromiso de que lo hiciera a principios de año. A finales de abril, además, estalló el escándalo por el espionaje del Estado a dirigentes independentistas, entre los cuales el mismo Aragonès, lo cual provocó una congelación de las relaciones entre los dos ejecutivos.
Una vez superadas las elecciones andaluzas y ante el interés del PSOE en reconstruir la mayoría parlamentaria que apoya al Gobierno, de la cual ERC es una pieza esencial, las relaciones se ha vuelto a activar. De hecho, Sánchez ha reiterado las últimas semanas los llamamientos a convocar de nuevo la mesa de diálogo y las apelaciones a Junts para que se sume.
Represión y desjudicialización
En su comparecencia, Aragonès ha subrayado que para dar credibilidad a la mesa de diálogo hay que impulsar la "negociación a corto plazo", que esta se centrará en el fin de la represión y la desjudicialización del conflicto y que en el próximo encuentro se tendrán que empezar a concretar los "primeros acuerdos parciales". No ha especificado en qué pueden consistir estos acuerdos, aunque la reforma del delito de sedición es uno de los puntos recurrentes en este debate. Precisamente, Sánchez advirtió esta semana en el Congreso que no hay "mayoría suficiente" para esta reforma.
Aragonès ha insistido en que estos serán sólo los primeros pasos porque los dos gobiernos están lejos del acuerdo y después habrá que abordar el resto de reivindicaciones de fondo del independentismo. "Mientras la ciudadanía no tenga la posibilidad de decidir con libertad el futuro político del país estamos lejos de resolver el conflicto", ha añadido.
Reunión importante
El president, que ha informado a Junts antes de participar en la rueda de prensa, ha empezado la comparecencia asegurando que la reunión ha sido "importante". No ha querido hablar de normalización de relaciones, pero sí de superar "por responsabilidad institucional" la situación que llevó a la ruptura entre los dos ejecutivos; ha explicado que en el encuentro han ratificado el acuerdo sobre la metodología de diálogo que pactaron la semana pasada la consellera Laura Vilagrà y el ministro Félix Bolaños para concretar las garantías que reclamó el Govern, y ha adelantado que los presidentes no participarán en el encuentro y que sólo intervendrán si hay que poner "más insistencia política".
Recuperación de la normalidad
La primera a comparecer para dar cuenta del resultado de la reunión ha sido la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, que ha hablado de "recuperación de la normalidad" en las relaciones entre los dos ejecutivos, de un encuentro positivo, en la cual se ha ratificado la metodología de trabajo que se anunció la semana pasada.
Con todo, ha admitido que los dos gobiernos se encuentran en "posiciones muy diferentes, con diferencias enormes" y que el Gobierno "defiende el Estado autonómico y el título VIII de la Constitución, pero sabemos que la única manera de avanzar es el diálogo". La ministra, como ha hecho el mismo Sánchez los últimos días, ha insistido en el llamamiento para que Junts se sume a la mesa de diálogo, pero ha insistido en que los componentes de este foro tienen que ser todos miembros de los respectivos gobiernos.
El president ha llegado a las 12 horas al palacio de la Moncloa y Sánchez lo ha recibido en la puerta donde han protagonizado el habitual apretón de manos. La reunión se ha celebrado en el sofá del despacho del presidente español en una sala presidida por una bandera española y una bandera.
El encuentro, que se ha visto precedido de dos reuniones de la consellera Laura Vilagrà con el ministro Félix Bolaños, se produce la misma semana en que se ha celebrado el debate de política general en que se ha podido constatar la ausencia del debate sobre Catalunya a la política estatal.