Con el plan de preemergencia por la sequía activado, ante la falta de lluvias que no parece que se tenga que revertir ni a corto ni a medio plazo, esta situación se ha convertido en uno de los principales problemas del Govern de la Generalitat, que todavía afronta críticas por su gestión. Este martes, en la sesión de control al Govern, el conseller David Mascort ha respondido diferentes preguntas sobre esta problemática y ha adelantado que este viernes tiene previsto reunirse con la ministra Teresa Ribera, a quien Pedro Sánchez ha vuelto a situar como vicepresidenta de su Gobierno y responsable de Transición Ecológica. Este encuentro tiene que servir para acelerar el proyecto de la desalinizadora de la Tordera, que ha sido declarada como un proyecto de interés general por parte del Ejecutivo español, y por lo tanto es trabajo suyo acelerar los trámites. Respondiendo tanto en Junts como el PSC, que ha reprochado al Gobierno lo que consideran un "enfoc inadecuado" de la problemática de la sequía, el Gobierno va "seis meses tarde", ya que ha tenido durante medio año con el proyecto de la desaladora de la Tordera parado.

Nueva cumbre del agua

En esta sesión de control en el Gobierno, el diputado de Junts, Salvador Vergés ha aprovechado para pedir al conseller una nueva cumbre del agua para afrontar la grave situación de sequía que afronta el país y que desde la última reunión no ha hecho más que empeorar. Esta tuvo lugar a principios de abril del 2023, con Teresa Jordà todavía al frente del Departament. Y acabó sin ningún tipo de acuerdo por|para las grandes diferencias entre el Govern y los grupos parlamentarios de Junts y el PSC, sobre todo por lo que hacía el régimen sancionador que proponía el equipo de Aragonès. El equipo de los socialistas catalanes criticaban que este ponía el foco sobre los ayuntamientos, a quien no se daba bastante tiempo a reaccionar en las nuevas medidas.

Horas antes del pleno, el conseller ha sido entrevistado en RAC1, donde se ha mostrado optimista con la capacidad de ahorro de los catalanes ante las nuevas restricciones que tendrán que lindar con la entrada de la fase de preemergencia. "Creo que todos juntos podremos alargar estas existencias de agua", ha afirmado el conseller, que ha añadido apuntado que muchas de las ciudades que conforman el área metropolitana de Barcelona consumen menos agua por habitante y día que los 210 litros marcados por el plan de sequía en esta fase. Mascort ha detallado que el número de litros por habitante y día que se utiliza para medir el consumo de las localidades, no solo incluye el consumo de los ciudadanos, sino también de la actividad económica y los servicios públicos del municipio.