El Govern, Francesc Homs y Joan Tardà lo negaron ayer, el presidente español y el líder del PP catalán hace dos días y, mientras tanto, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el delegado del gobierno español en Catalunya, Enric Millo, dejaban entrever que Carles Puigdemont y Mariano Rajoy ya se habían encontrado.
Ahora, La Vanguardia asegura que los dos presidentes se habrían encontrado el pasado 11 de enero en la Moncloa, en una comida en que la Operación Diálogo continuó atascada porque no se consiguió llegar a ningún acuerdo sobre el referéndum. Puigdemont insistió en negociarlo con el Estado y Rajoy lo hizo al reiterar por activa y por pasiva que no hay ninguna opción de hablar sobre esta cuestión.
Según el medio citado, la reunión se celebró a petición del presidente español, justo cinco días antes de que se celebrara la Conferencia de Presidentes Autonómicos, y intentó -sin éxito- convencer a su homólogo catalán para que estuviera presente. La condición sine qua non de Puigdemont para ir era explicar la cuestión catalana ante el resto de presidentes y, a pesar de asegurarle que no sólo hablaría sobre el referéndum, Rajoy no lo aceptó.
Discreción indiscreta
Puigdemont habría explicado este encuentro al vicepresident del Govern, Oriol Junqueras, y Rajoy, por su lado, a la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría. Una mala idea si lo que querían era que la reunión se mantuviera en secreto porque ha corrido como la pólvora.
Los dos presidentes han intentado evitar el tema y centrarse sólo en hacer referencia a la reunión oficial que desde Catalunya esperan desde hace tiempo, pero Millo e Iceta ya conocían la situación y no se pudieron privar de decirlo.
El primero en romper el hielo en este sentido fue el delegado español en Catalunya. Lo hizo el domingo en TV3, cuando aseguró que el Estado prepara una oferta para presentar al Govern -que, evidentemente, no incluiría el referéndum- y cuando, de paso, soltó que ha habido encuentros a "todos los niveles" entre el Estado y el Govern de Catalunya, aunque no siempre "han sido públicos".
Ayer fue el turno de Iceta desde Madrid. El líder del PSC empezó dejando entrever que sabía alguna cosa de la situación poniendo encima de la mesa: "No me parece mal que haya contactos discretos", afirmación que dio pie a la presentadora para preguntarle si creía que había habido reuniones. "Sí, me constan", garantizó entonces.
El punto 46 de las reclamaciones del Govern, el que hace referencia al referéndum, tendrá que continuar a la espera, a la espera de si el Estado acaba cediendo a dialogar sobre esta cuestión.