El presidente de Cantabria en funciones, Miguel Ángel Revilla, ha afirmado este martes que, como líder del Partido Regionalista (PRC), no quiere obstaculizar un futuro gobierno autonómico del PP en solitario para que la región "no se contamine con Vox". "El PRC no es un partido de carroñeros y yo, que he defendido esta tierra por encima de todo, voy a intentar que sea gobernable y no se contamine con Vox", ha afirmado durante una entrevista en Espejo Público, al ser preguntado por si el PRC facilitaría un gobierno del PP, como reclama su candidata, María José Sáenz de Buruaga.
El PP ganó las elecciones al Parlamento cántabro del pasado domingo con 15 diputados de un total de 35, por lo que no obtuvo la mayoría absoluta. El PRC y el PSOE obtuvieron 8 cada uno y Vox consiguió 4. Revilla, que no ha aclarado de qué forma facilitaría el PRC la gobernabilidad del PP, ha explicado que esa decisión se tomará este jueves en un comité ejecutivo del partido porque él solo es "uno más" de los 61 miembros. "Tenemos muchas obras en marcha que hay que concluir, no voy a ser ahora el que proponga obstaculizar las elecciones al que ha tenido un resultado tan espectacular (PP)", ha insistido.
Sí ha avanzado que intentará "por todos los medios" que Cantabria "no se contamine" con un pacto PP-Vox, porque el de Santiago Abascal es un partido "anti autonomía de Cantabria" y con otros "componentes que están en las antípodas del PRC". Tras opinar que él ha hecho "un buen trabajo" durante "tantos años", en los que ha conseguido poner "a Cantabria en el mapa", Revilla ha dicho que no piensa "obstaculizar" el gobierno del PP, lo que considera "sensato" porque en política "hay que colaborar cuando hay que colaborar y ser oposición cuando hay que ser oposición".
Revilla confirma que no volverá a presentarse en otras elecciones
En este sentido, ha asegurado que volverá al Parlamento de Cantabria como diputado, cargo que ha definido como "muy digno", y que hará una "transición" en el PRC porque "yo ya no voy a volver a presentarme" con el fin de "dejar un partido que pueda seguir funcionando y colaborar para que Cantabria sea cada día un poco mayor". "Las derrotas no le gustan a nadie, pero yo las afronto con naturalidad porque en política estas cosas pasan y las euforias hay que contenerlas y las derrotas, asumirlas".