Felipe VI cerró ayer su visita a Barcelona con un almuerzo privado con directivos catalanes de grandes empresas, con los que intercambió impresiones sobre la situación en Cataluña, han informado fuentes del Palacio de la Zarzuela. Lo hicieron horas después de que los CDR organizasen una protesta contra el monarca en la que cerca de 300 manifestantes cortaron la calle Marina frente al Auditorio de Barcelona.
El Rey mantuvo este encuentro en el Palacete Albéniz después de participar con la cúpula judicial en el acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces en el Auditori.
Según las fuentes, en el almuerzo participaron "un grupo destacado" de directivos catalanes. Entre ellos: el presidente de Abertis y patrono de la Fundación La Caixa, Salvador Alemany; el presidente de Seat, Luca de Meo; el presidente del Banco Sabadell, Josep Olíu; el presidente del bufete de abogados Cuatrecasas, Rafael Fontana; el presidente de la patronal Fomento de Trabajo, Joaquín Gay de Montellà, el presidente del Cercle de Economía y de Inmobiliaria Colonial, Juan José Brugera, el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Valls, el presidente de Gas Natural, Francesc Reynés i el presidente del Grupo Planeta.
La comida se celebró en el Palacete Albéniz, en la zona de Montjuïc, que fue durante las últimas décadas la residencia oficial de la familia real en sus estancias en Cataluña y donde Felipe VI mantuvo en otras ocasiones audiencias oficiales con diferentes colectivos.
En la actualidad, también es utilizado por el Ayuntamiento de Barcelona para algunos actos oficiales.