El rey de Marruecos, Mohammed VI, ha ordenado a los ministros del Interior y de Asuntos Exteriores del país, resolver el problema de los menores migrantes en Ceuta, según informa el diario L'opinion de Rabat, considerado próximo a las autoridades marroquíes. Según el rotativo, la instrucción es que "la cuestión de los menores marroquíes no-acompañados, debidamente identificados y que se encuentran en situación irregular en algunos países europeos, sea debidamente regulada".
Según los cálculos del Marruecos, de las 10.000 personas que han entrado en Ceuta en esta crisis migratoria, entre 2.000 y 3.000 son menores. "Actualmente, la ciudad ocupada, de facto responsable de llevar a estos niños bajo su atención, ya tiene 920 menores de 18 años en los cuatro centros de emergencia autorizados por la ciudad, según las comunicaciones oficiales de las autoridades ibéricas", señala el diario. "Estas cifras no incluyen a las decenas de niños y adolescentes que todavía sobreviven escondidos en las calles por miedo de ser expulsados por la policía", precisa con su visión desde Rabat.
La intención de Marruecos de levantar el pie del acelerador en la crisis diplomática por Ceuta, que provocó tensiones políticas en España hace algunas semanas, ha coincidido con que Marruecos y EE.UU. han anunciado unas grandes maniobras militares conjuntas en el Sáhara Occidental, sin la presencia de España, que se celebrarán del 7 al 18 de junio, la próxima semana. Llevan como nombre African Lion (León Africano) y en gran parte se celebrarán en el Sáhara Occidental, reivindicado por el Polisario pero que EE.UU. reconoce como territorio marroquí.
Las maniobras se realizarán en Mahbes, localidad próxima a la frontera con Argelia ante los campamentos de refugiados de Tindouf, y en Dajla, la antigua Villacisneros española, en el sur del territorio saharaui. Otro escenario será Tan Tan, en el sur de Marruecos, uno de los puntos más próximos a las costas canarias.
Las maniobras son un mensaje claro en plena crisis diplomática entre Marruecos y España, con Estados Unidos apareciendo al lado del reino alauí. En las maniobras también participan, con diferentes grados, Italia, el Reino Unido y Países Bajos, además de Canadá y Brasil, así como Túnez y Senegal. En total son 9 países, pero hay 21 observadores, la mayoría africanos, y entre ellos también Portugal, Dinamarca, Maltea, Noruega y Polonia.
Los expertos coinciden en que se trata del despliegue mayor en África en unos ejercicios de este tipo, con cerca de 8.000 efectivos. Marruecos y EE.UU. ponen el grueso de los contingentes: 21 aeronaves militares y otras 46 de apoyo; más de 100 vehículos blindados; dos embarcaciones, y 24 millones de dólares de presupuesto. Serán maniobras a gran escala tanto en tierra, como en la aerotransportada, la marítima, fuerzas especiales, aéreas, acciones cívico-militares, ejercicio y simulación. Según los medios especializados, uno de los objetivos es garantizar la seguridad ante los riesgos de grupos yihadistas que operan a Argelia y en el sur de Mauritania.