La visita de este viernes del rey Felipe VI en Barcelona ha provocado todo tipo de acciones por parte del independentismo institucional y de calle. La asistencia del monarca español ha reavivado una llama que se encendió con la inhabilitación del president Quim Torra y que cogió impulso con el tercer aniversario del 1-O.

La primera respuesta ha sido la del soberanismo institucional. Felipe VI asistirá a la entrega de premios de la nueva edición de la BCN New Economic Week y se encontrará con que le plantarán las tres principales instituciones de Catalunya. Y es que tanto el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, como el president del Parlament, Roger Torrent, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ya han confirmado que no asistirán.

La inhabilitación de Torra ha dejado el Govern sin president, y con Aragonès y Budó como máximos dirigentes | Jordi Bedmar

Aragonès ya dejó claro durante la sesión de control al Govern de este miércoles que "el Rey no es bienvenido en Catalunya". De hecho, el coordinador nacional de ERC invitó a la monarquía a reflexionar sobre el hecho de que el Parlament, el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona hayan declinado participar en el acto.

Por su parte, Colau ha justificado su ausencia por las "malas praxis" de la Casa Real. "No participaré en los actos protocolarios del Rey hasta que la Casa Real no dé las explicaciones que tiene que dar", dijo en declaraciones en Betevé en referencia a la marcha del rey emérito Juan Carlos y la conversación con el presidente del CGPJ, Carlos Lesmes.

La llama de la calle, encendida

Más allá de las instituciones, las principales entidades civiles independentistas también han preparado acciones de cara a la visita del monarca. La primera será el día antes de que Felipe VI ponga un pie en Catalunya. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado una quemadura masiva de fotografías de Felipe VI delante de todos los ayuntamientos de Catalunya.

En la convocatoria de la quema, la entidad ha recordado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya sentenció que incendiar fotografías de los monarcas españoles es legal y que se ampara dentro de la libertad de expresión, aunque la justicia española ha encausado a varios activistas por este motivo.

Ya para el mismo viernes, la Assemblea, junto con Òmnium Cultural y otras entidades y partidos han preparado una protesta que se basará en construir una cadena humana desde la Estación de Francia, donde se celebrará el acto al que asistirá el Rey, hasta el Monumento a Colón de Barcelona, junto al World Trade Center. La acción ha sido convocada a las 10h, la misma hora en que está previsto el acto del Rey.

El objetivo, según los convocantes, es dejar claro a "Felipe VI que no es bienvenido y que Catalunya no tiene rey" y denunciar "la impunidad de los Borbones y la complicidad y connivencia del Gobierno". Aparte de la ANC y Òmnium, han dado apoyo a la acción JxCat, ERC, CUP, USTEC-STEs, la Intersindical-CSC, YAK, Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas, CIEMEN y Drets.

Los CDR del Barcelonès, por su parte, también han convocado una manifestación a la misma hora en el cruce de las calles Marquès d'Argentera y Comerç, justamente delante de la Estación de Francia. "Este viernes el caudillo del Régimen del 78, Felipe de Borbón, desembarca en Barcelona conjuntamente con Pedro Sánchez. Los CDR estaremos en la calle para recordarle que no es bienvenido", han avisado desde Twitter.

Una prueba más para los Mossos

A pesar de las diversas concentraciones convocadas, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha situado esta visita como un "acto más", similar desde el punto de vista de la seguridad a la Diada o al día que se hizo pública la inhabilitación del president Torra.

Los Mossos detuvieron hasta 19 manifestantes en el tercer aniversario del 1-O | Sergi Alcàzar

"La visita del rey y el presidente del Gobierno no nos genera más tensión", dijo en la sesión de control al Govern remarcando que es "un hecho más". Según dijo, los Mossos están "totalmente preparados para cualquier actuación" policial. Así, los Mossos harán "lo que hacen siempre", que es "velar por la seguridad y la libre manifestación".

¿Reconciliación con Sánchez?

Al margen del independentismo, esta visita no se puede desvincular de la lucha de poderes que se está produciendo en el seno del Estado español. La presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañando al monarca es un intento del Ejecutivo para rehacer puentes después de la polémica de la semana pasada.

Y es que la supuesta prohibición de su gobierno al Rey para que asistiera al acto de entrega de despachos a los nuevos jueces en Barcelona, la posterior llamada de Felipe VI a Lesmes y las críticas del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, hicieron estallar una guerra mediática entre el poder ejecutivo, el judicial y la Casa Real, que ahora Sánchez intenta apaciguar.