El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, que tiene los días contados en el cargo a raíz de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, impulsó el jueves pasado un importante cambio en la cúpula de la subdelegación de Lleida, sustituyendo a Gemma Batalla y Luis Pérez de la Pinta, los dos asesores de la todavía subdelegada Imma Manso, por la presidenta del PP leridano, la polémica Marisa Xandri, y el exdiputado en el Parlament Juan Milian. El hecho es que este cambio en la estructura nace también muerto, porque es cuestión de días que también todos ellos vayan a la calle.
Según adelanta la emisora UA1, estos cambios se maduraban desde hacía tiempo pero se hicieron efectivos el jueves, supuestamente con la creencia que la moción de censura que tumbaría a Rajoy al día siguiente no saldría adelante.
En todo caso, el cambio contaría con la oposición de la misma subdelegada, que quería mantener a sus asesores. Además, los nuevos fichajes no recibirán ninguna compensación económica en el momento del despido, que tendrá lugar esta misma semana. Según la mencionada emisora, el entorno de los trabajadores califica de "ridícula" la situación.