Uno de los frentes que Esquerra tenía controlado pero podría volver a replantearse es el acuerdo con la CUP. De entrada, el diputado cupaire, Carles Riera, se reafirma en la idea de no entrar en el Govern de la Generalitat y limitarse a dar apoyo para investir Pere Aragonès. Ahora bien, las relaciones pueden cambiar con el distanciamiento en las negociaciones con Junts y las aproximaciones de los comunes que incluso ahora, su candidata Jéssica Albiach no cierra formar un gobierno de izquierdas donde también esté la CUP.
Pero Riera, insiste: "Hemos llegado a un acuerdo que no nos permite entrar en el gobierno, este es de mínimos para hacer frente a la crisis desde las instituciones y para plantear un embate democrático para ejercer la autodeterminación", en declaraciones a Catalunya ràdio. El planteamiento del diálogo con el Estado español es lo que más les hace dudar y decir no a firmar una legislatura conjunta con los republicanos: "Acceder a una mesa de negociación cuando al otro lado no aceptan nada, no puede ser". A pesar de todo, no cierra la puerta a revisar el acuerdo: "Ahora es de mínimos pero si se cumple y hay una voluntad clara de defender este país más allá de sus libertades en los tribunales, por ejemplo con los desahucios, obviamente la militancia se lo planteará".
La CUP pone en la agenda de prioridades la independencia y, sobre todo, "defender los derechos sociales y del país más allá del Estatuto y la Constitución, si hace falta". Riera se muestra confiado que el Parlament será el órgano desde el cual se podrá articular una legislatura que avance y pueda permitir "abrir nuevos escenarios", pero no inmediatos. También considera relevante hacer entrar Junts y los comunes, ambos a la vez, para que tenga la máxima potencia y sea lo más amplio posible". Aunque las intenciones de Riera no casan con la voluntad de estos dos partidos, reiterada desde hace meses.
En esta línea, también ha ido en las últimas horas otra voz fuerte de Esquerra, el vicesecretario general Sergi Sabrià que cierra la puerta a tener consellers en el gobierno si vienen de los comunes y la CUP. Pero se tienen que analizar todos los matices. A la vez que descarta un gobierno de coalición con estas dos formaciones, también aseguran que eso no implica que todo el gobierno tenga las sillas asignadas sólo para ellos. Y la portavoz de ERC, Marta Vilalta, recuerda que quedan diecisiete días para que se convoquen de forma automática unas nuevas elecciones en el Parlament de Catalunya, reitera que el diálogo es básico con todo el mundo: "Ahora nos tenemos que poner en contacto con la CUP, los comunes y evidentemente con Junts. No nos levantemos de la mesa, lo que hacemos es cambiar la propuesta, estamos llegando al final sin tener un acuerdo cerrado".