El mar de fondo en Ciudadanos no ha parado de aumentar desde que se supo, hace unas semanas, la propuesta de estatutos que se debatirá en la IV asamblea general del partido. Si al principio el foco se había puesto en el giro liberal del partido, que muy probablemente aparcará del todo su definición como socialdemócrata, en las últimas horas ha aumentado la presión ante las reformas que pretende aplicar Rivera en la organización interna. De momento, la propuesta de estatutos la ha planteado la ejecutiva, y ya ha sido avalada por el consejo general, pero cada vez son más las voces internas que consideran que Ciudadanos, lejos de avanzar hacia la democracia interna, dará serios pasos atrás en caso de aprobarse la propuesta oficialista.
En cualquier caso, ahora la militancia tiene la oportunidad de presentar enmiendas al texto, pero, finalmente, a la asamblea general, los días 4 y 5 de febrero, solo se discutirán las que seleccionen las comisiones de trabajo afines a la dirección. Por todo ello, los críticos hablan de un intento claro de Rivera de incrementar su control sobre el partido.
Expulsión para salir de la línea oficial
Desde la cúpula, el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, aseguró que el nuevo (y más duro) régimen disciplinario es "necesario como antídoto a los lobbies bastardos". Y es que, más allá de referirse a delitos relacionados con la corrupción y la transparencia, la propuesta de texto que se ha puesto a debate propone considerar falta grave, con una sanción que puede justificar la expulsión del partido, crear corrientes de opinión o incluso hacer declaraciones públicas contrarias a lo establecido por los dirigentes, además de incumplir las directrices del comité ejecutivo.
Finalmente, la dirección de Ciudadanos se ha visto obligada a dar marcha atrás en ciertos aspectos. Por ejemplo, las últimas propuestas ya no hablan de luchar contra "corrientes de opinión" sino "grupos organizados". El mismo Girauta explicó que el partido enmendará su propia propuesta de estatutos porque "la expresión daba lugar a susceptibilidades".
Sanciones más altas
A pesar de las renuncias de la línea oficial, el nuevo reglamento todavía prevee un endurecimiento de las sanciones por haber cometido infracciones graves, muy graves y leves. De hecho, dos de las enmiendas a la totalidad de los estatutos piden que se mantengan las sanciones y los tiempos de prescripción de las infracciones tal como están en los estatutos del 2011, los vigentes, que en este aspecto son menos duros que la nueva propuesta. Por ejemplo, la suspensión de la condición de afiliado por infracciones muy graves actualmente se puede alargar dos años, y Rivera pretende que pueda llegar a los cuatro. También la inhabilitación por cargo orgánico, que actualmente solo puede durar un año, pasaría a durar "de dos a cuatro". En este sentido, las dos enmiendas a la totalidad tienen como objetivo matizar la redacción en lo referente a las infracciones muy graves y garantizar que los afiliados puedan manifestar libremente sus opiniones aunque sean contrarias a las que defienda el partido.
Con respecto a las faltas graves, el texto que se pondrá a debate fija la suspensión de afiliación en un mínimo de seis meses, y podría llegar a ser de dos años, cuando ahora solo se puede alargar un mes. Además, actualmente una falta grave no puede acabar con una inhabilitación, mientras que ahora la dirección quiere que se pueda penalizar a los cargos del partido con, también, entre seis meses y dos años de inhabilitación.
Con respecto a las faltas leves, ahora solo se prevee una amonestación, mientras que el nuevo texto incorporaría una suspensión de la militancia o inhabilitación por un periodo de hasta seis meses.
Las enmiendas, que se han vehiculado sobre todo a través de los grupos de trabajo críticos TranC'sparencia y Valores C's, critican duramente este incremento de las sanciones.
Blindaje de Rivera
En el congreso de Ciudadanos también se hablará de los procesos internos para escoger a los cargos del partido. De hecho, antes de aprobar los nuevos estatutos, la ejecutiva ya promovió una modificación de los actuales para celebrar primarias este jueves y viernes, días 26 y el 27 de enero.
Este cambio de estatutos exprés se aprobó en la reunión que el consejo general mantuvo el pasado 19 de noviembre, y ha provocado la indignación de los afiliados críticos organizados dentro del grupo TranC'sparencia, que exigieron el viernes la anulación de las primarias al considerar que el procedimiento para modificar los estatutos no se hizo como tocaba. El grupo critica que la campaña solo durará tres días y que Rivera partirá, pues, con ventaja. Desde TranC'sparencia se ha lamentado que el partido no ha permitido a sus candidatos comunicarse con la militancia, mientras que Rivera ha estado haciendo campaña durante meses por los canales oficiales como la intranet.
Las enmiendas a la propuesta estatutaria piden que, aunque haya excepciones, la norma general sea la presentación de listas abiertas –en esta ocasión y en la propuesta de estatutos quien escoge el equipo es el presidente– o que para formar parte del consejo general y la comisión de garantías se exija una antigüedad de seis meses en el partido, no de 18 y 36 meses, como quiere la dirección. Además, en una de las enmiendas a la totalidad, los autores de las emmiendas solicitan que siempre que se vote, tanto para los cargos orgánicos como para los aspirantes a cargos públicos, se haga de manera presencial, no telemática.
Otros temas que se repiten en las enmiendas a la ponencia de estatutos tienen que ver con un control más claro del consejo general sobre la ejecutiva y una mayor autonomía de las agrupaciones y de los comités territoriales de diferentes niveles.
Limitar las primarias
Las primarias para escoger los candidatos a cargos públicos y la manera cómo se tienen que llevar a cabo serán, también, uno de los principales debates del congreso de Ciudadanos. De hecho, el consejo general ya modificó la propuesta que había hecho la ejecutiva en este sentido. Las tres enmiendas a la totalidad referidas a los estatutos plantean una revisión de las normas para escoger a los candidatos a ocupar cargos públicos, intentando que las primarias estén menos restringidas.
Hasta ahora se escogían por primarias los cinco primeros puestos de todas las listas electorales, mientras que ahora la dirección lo quiere limitar al cabeza de lista, y deja en manos de la ejecutiva la elección del resto de candidatos. Según la propuesta de Rivera, los militantes votarán para escoger al candidato a presidente del Gobierno central, a las presidencias de los gobiernos autonómicos, a las alcaldías de las capitales de provincia donde haya más de 400 afiliados y a las alcaldías de los municipios donde haya más de 400 afiliados, así como los cabezas de lista a las elecciones generales, autonómicas y europeas en aquellas circunscripciones donde haya más de 400 afiliados.
Para generalizar más las primarias, una de las enmiendas defiende bajar el umbral de afiliados a 200 y, en las candidaturas de los comicios generales, autonómicos y europeos, votar a los cinco primeros puestos en vez de solo el primero. En los casos en que no se celebren primarias, plantea que las listas las confeccionen los comités autonómicos, y que el papel del comité ejecutivo se limite a vetar algunos candidatos "de forma motivada".
Hay otra enmienda a la totalidad que va todavía más lejos: pide que todos los puestos de las listas electorales de Ciudadanos, en todos los ámbitos territoriales, se establezcan por primarias. Finalmente, la tercera enmienda a la totalidad propone una formulación menos precisa y dice que se celebrarán primarias "como regla general" para "los primeros puestos de las listas electorales" en todos los ámbitos territoriales.
En el otro extremo, una enmienda parcial aboga para mantener las normas de primarias que plantea la dirección del partido pero endureciendo las condiciones para participar, impidiendo que concurran los que lleven menos de dos años afiliados.
Una IV asamblea movida
La cuarta asamblea general de Ciudadanos llega cinco años después de la última, y con un partido totalmente diferente. Ya no se trata de una formación política catalana, sino que ha culminado la expansión por todo el territorio español y cuenta con unos 30.000 militantes. Además, es la cuarta fuerza política en el Congreso. Desde esta posición, la dirección del partido naranja ha querido aprovechar la cita con la militancia para descartar definitivamente los postulados socialdemócratas y establecer unos nuevos estatutos más duros contra los críticos del partido.
A la asamblea se votarán siete enmiendas a la totalidad: dos en el documento de ideario, dos en el de estrategia política y tres en el de estatutos. Además, hay más de 800 enmiendas que serán filtradas por comisiones de trabajo vinculadas a la dirección actual. La militancia solo tendrá la oportunidad de recuperar, por votación telemática, 15 de las enmiendas que la dirección haya descartado.
Entre las voces críticas, además de las articuladas por la vía de las enmiendas, destaca la eurodiputada de Ciudadanos Carolina Punset, que el pasado viernes organizó una rueda de prensa en Madrid en la que descartó competir contra Rivera pero acusándolo, una vez más, de convertir el partido "en la marca blanca del PP".
Un episodio más que hace prever semanas de tensión entre los integrantes de un partido que durante 10 años había hecho camino en Catalunya pero que busca, ahora, asentar su espacio en el panorama político español.