A las puertas de la campaña para el 21-D, a Albert Rivera se le volvía en contra la proposición de ley para la creación de una agencia independiente que asuma las funciones de la Alta Inspección Educativa, medida debatida este martes en el Congreso a petición de Ciudadanos. El objetivo era compartido con el Partido Popular, es decir, fiscalizar currículums y la calidad educativa, tras presuntos casos de adoctrinamiento registrados en Catalunya, pero una mayoría de grupos cargaba duramente contra Rivera en un tenso enfrentamiento, donde incluso el PP se desmarcaba de Cs.
"El nacionalismo tenía un objetivo: trabajar para la destrucción y liquidación de España. Décadas trabajando para crear más desigualdad entre españoles", denunciaba el político catalán sobre la presunta simbiosis entre nacionalistas y partidos estatales, PP, PSOE. A su parecer, la necesidad de que los primeros fueran pinza de gobierno habría impedido el desarrollo del artículo 27.8 de la Constitución, que aboga por que los poderes públicos "inspeccionen y homologuen" el ámbito educativo.
Por el contrario, Rivera pedía la creación de una agencia conformada por técnicos del Estado para evaluar si la comunidad educativa "cumple la ley" con el fin de "defender derechos fundamentales". Estos serían vulnerados después de que se hubiera señalado a hijos de guardias civiles, la presencia de estelades u otros símbolos en los centros, decía mientras enseñaba mapas y fotografías que ilustraban su argumento. "¿Quién tiene miedo de ser evaluado por técnicos?", insistía. Por eso, exigía al PSOE levantar su enmienda a la totalidad.
"Nunca se había llegado tan lejos en la instrumentalización de la educación en España", le increpaba María Luz Martínez Seijo (PSOE)
"Oportunista, sensacionalista. Nunca se había llegado tan lejos en la instrumentalización de la educación en España. Es desconocimiento del sistema español y de cómo funciona", se revolvía la diputada socialista Maria Luz Martínez Seijo. Esta recordaba que ya existe un cuerpo encargado de la inspección de la enseñanza, competencia descentralizada en el Estado, motivo por el que tachaba la ley de "bodrio". "No respeta las competencias ni del ministerio, ni de las comunidades. ¿Una agencia externa puede ofrecer garantías de justicia?", le increpaba duramente Seijo.
Pero uno de los momentos álgidos lo ha protagonizado Sergi Miquel del PDeCAT. "Lo de ustedes es mucho más grave, viene aquí a mentir", denunciaba Miquel sobre el presunto adoctrinamiento. Muestra de eso sería que Rivera no era nacionalista, como tampoco la ministra Dolors Montserrat. El demócrata respondía a uno de los gráficos mostrados por Rivera, indignado. "Si quiere, un día le enseño la diferencia entre los Países Catalanes y los territorios de habla catalana". El del PDeCAT añadía que si defendía el Estatut, debería saber que la educación es competencia de la Generalitat.
"Lo de ustedes es mucho más grave, viene aquí a mentir", denunciaba Sergi Miquel (PDeCAT)
El resto del Grupo Mixto también estallaba en contra, por la composición de partidos no estatales. EH Bildu denunciaba "la ofensiva total contra la escuela catalana" de Cs, por las elecciones del 21-D. Foro Asturias insistía en que no hacía falta otra agencia. Unión del Pueblo Navarro se sumaba a reforzar el sistema educativo, no a un nuevo organismo. Compromís hablaba de la "inmoralidad de desmantelar la educación pública" o del hecho de que la alta inspección sirviera como "agencia de colocación" para profesionales, no necesariamente funcionarios.
Desde el PNV, Joseba Andoni Agirretxea redoblaba el revuelco, afirmando que Cs estaba "obsesionado" con el tema educativo, en un objetivo "recentralizador" y "uniformador" de las diversas naciones. Los nacionalistas vascos exhibían asimismo su desazón porque Cs se hubiera posicionado en reiteradas ocasiones en contra de la cuota vasca, y se revolvían punzantes, tras conocer que el jueves la formación naranja votará en contra del cupo. "En la Constitución también está, ya que usted la defiende y lo debe saber", increpaba Agirretxea a Rivera.
El PNV lamentaba que Cs estuviera "obsesionado" con el tema educativo, en el objetivo "recentralizador" y "uniformador" de las naciones
A ERC tampoco le caía bien la ley, como se desprendía del diputado Joan Olòritz. "¿Hasta cuándo abusará de nuestra paciencia? Es catastrófico abordar la educación desde el rencor, como hacen ustedes. No la convirtamos en un experimento, no juguemos", denunciaba el republicano sobre las palabras de Rivera. Olòrtiz ironizaba con un "Gran Hermano" que decía quería instaurar Cs para controlar "un tema tan importante". Incluso, el de ERC le acusaba "de utilizar la Constitución" para sus fines ideológicos, que serían la presunta recentralización y "el oportunismo".
Igualmente duro se mostraba Joan Mena, de En Comú Podem, quien enseñaba una tiza y se burlaba de Rivera afirmando que él lo veía como "un arma de adoctrinamiento". "Si está en campaña no lo pague aquí, con lo que cuesta una sesión del Congreso de los Diputados", zanjaba este. Por ese motivo, emplazaba a la formación naranja a dejar de "asustar y controlar" al profesorado con sus propuestas. "Ustedes y el PP son como gorrinos en un charco", elevaba el tono Mena, sobre la rivalidad entre populares y Cs por el target del nacionalismo español.
"Queremos que la Alta Inspección se evalúe en la comisión", recordaba Ana Isabel Alós (PP), contraria a una nueva agencia
La cuestión es que incluso el PP ha dejado a Cs solos. La diputada Ana Isabel Alós ha recordado a Rivera que el ministro Íñigo Méndez de Vigo compartía el objetivo de reforzar la Alta Inspección, pero se debía abordar en el seno de la subcomisión abierta para un pacto de Estado. Alós insistía en que no hacía falta una nueva agencia, ya que crearla sería como afirmar que los funcionarios actuales no estarían siendo independientes. La popular cerraba, sin embargo, que el problema era de comunidades –como Catalunya– que no actuaron con "lealtad" a lo largo del tiempo.