La respuesta de Albert Rivera a los críticos de su partido y a sindicatos y patronales que piden revisar la estrategia, e incluso facilitar la investidura de Pedro Sánchez con una abstención, es clara y rotunda: "Si quieren que el sanchismo campe a sus anchas, que monten otro partido". En una semana marcada por la estampida de los críticos, al verse derrotados por la dirección del partido, el presidente de Ciudadanos ha querido enviar un mensaje: está "convencido" de lo que está haciendo y no piensa ceder delante de las "presiones". En este sentido, ha rebatido que es el mismo PSOE quien se tira en los brazos de los nacionalistas catalanes y vascos. Definitivamente no ha servido para calmar las aguas.
"¿Quién empuja a Sánchez a pactar con los nacionalistas? Nadie, se tira él en plancha", ha criticado Albert Rivera este viernes durante el Consejo General de Ciudadanos. Ha puesto como ejemplos los gobiernos valenciano y balear, o los diversos pactos municipales. "Estoy más convencido que nunca de lo que tenemos que hacer", ha defendido el dirigente españolista, que ha reivindicado que su partido se ha convertido en una formación de gobierno, pero también en quien lidera la oposición a Pedro Sánchez.
En este contexto, ha reprochado nuevamente la entrevista al coordinador de Bildu Arnaldo Otegi en TVE este miércoles, "limpiando la imagen de un terrorista". Ha denunciado que "eso es el sanchismo". También ha expresado "vergüenza" por las palabras del expresidente José Luis Rodriguez Zapatero sobre "estudiar" indultos a los presos políticos o hacer de mediador. "Diremos no a Sánchez y sí a España", ha concluido.
Rivera ha mantenido inalterable su apuesta de gobernar con el PP y el apoyo de Vox, sin decirlo explícitamente, cuando ha expresado su voluntad de acabar gobernando en la Comunidad de Madrid, Murcia, Castilla y León, Navarra o Aragón.
Rebatiendo el "sentido de Estado" de los que apuestan por la abstención, el dirigente de Ciudadanos ha asegurado que "la cuestión de Estado es que haya una oposición firme al sanchismo, moderada y liberal," capaz de llegar a pactos de estado. En cambio, ha avisado de que eso no se puede hacer con "una oposición débil tacada de corrupción", en referencia al PP, o con "una oposición radical", en referencia a Vox.
La semana negra de Ciudadanos empezó el mismo lunes, con el anuncio del diputado Toni Roldán de abandonar la ejecutiva y renunciar al acta en el Congreso basándose en la estrategia equivocada de la formación. Después también se sumó el eurodiputado Javier Nart, que a pesar de mantener el escaño también abandonó a la ejecutiva. Fue después de perder una votación donde la cúpula apostó por mantener la estrategia actual y no plantearse facilitar la investidura de Sánchez.