Albert Rivera ya plantó a Pedro Sánchez en una reunión la semana pasada. Y no tiene previsto reunirse ninguna vez más con el candidato a la investidura. Así lo ha asegurado este martes el presidente de Ciudadanos, después de que Meritxell Batet haya convocado el debate para el 22 y 23 de julio. "No tengo nada más que hablar de las tres veces que he hablado con Sánchez", ha asegurado, volviendo a cerrar la puerta a la abstención. Ha cargado contra el presidenciable socialista por "bloquear el país" sin moverse en las negociaciones.
En declaraciones a los periodistas desde el Congreso de los Diputados, donde se ha reunido con el líder de UPN Javier Esparza, Albert Rivera ha declinado participar de la nueva ronda de contactos que Pedro Sánchez prevé iniciar en los próximos días. "Con quien tiene que negociar es con sus socios", ha afirmado el dirigente unionista, que ha recordado que ya están cerrando acuerdos para conformar gobiernos autonómicos y municipales. "Yo no perderé más el tiempo ni lo voy a hacer perder más", ha insistido en este sentido.
A pesar de las presiones internas y externas, Albert Rivera no se mueve de su posición: no facilitarán una investidura de Pedro Sánchez gracias a su abstención. Es por eso que, ante la insistencia de los críticos de Cs, el máximo dirigente del partido ha pedido que "todo el mundo reme en la misma dirección".
"El candidato propuesto por el rey no hace su trabajo", ha lamentado al líder estatal de Ciudadanos. "A los españoles, que se llame coalición o cooperación, o cuántas sillas tendrá Podemos, nos da igual. Queremos que España funcione y Sánchez es el único que puede hacerlo", ha añadido. Pese a todo, ha reprochado que "no haya movido un dedo" para que salga adelante y llevemos "perdidos" dos meses desde las elecciones. "Si es una cuestión de egos o sillas, tendrán que explicarlo a los españoles", ha dicho dirigiéndose a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.