El hundimiento de Ciudadanos se cuece por los mismos que un día lo defendieron. Uno de los máximos exponentes es Albert Rivera que, cómodo desde un despacho de abogados en Madrid, se acerca al Partido Popular consiguiendo beneficios a cambio de las influencias que todavía conserva de su legado como líder de los naranjas.
Nada es casual: últimamente ha aplaudido el concepto de "libertad" que propaga la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Y recientemente ha sido incorporado por la vía directa al patronato de universidades madrileño como nuevo director del Instituto de Liderazgo y Formación Política del Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid.
Los agradecimientos de Rivera hacia los populares ya se pueden empezar a deducir. De entrada, el expolítico catalán será uno de los principales invitados a la Convención Nacional que prepara el PP para el próximo otoño, según confirma El Independiente. Las buenas relaciones que mantiene con la sede central quiere que este esté presente en uno de los grandes actos que marcarán un punto y aparte con la antigua sede de Génova y se abrirá a la sociedad civil con el objetivo de redefinir la nueva imagen del partido que integre aquellas fugas, como la de los naranjas, que vienen sufriendo en los últimos tiempos.
Si nos centramos en los hechos, más allá de la presencia testimonial en un acto u otro, también encontramos ejemplos. Albert Rivera fue el interlocutor básico para que Toni Cantó fichara para el PP madrileño. Las conversaciones han seguido, sobre todo, con Pablo Casado en los últimos meses y la decisión de incorporar el político y actor valenciano, molesto con Inés Arrimadas, se promovió a espaldas de Ayuso a quien no le gustó de entrada verse con una decisión ya impuesta.
A pesar de todo, Casado le ha prometido a Ayuso la libre decisión para organizar su equipo y, finalmente, también han acercado posiciones internas. El futuro de Cantó podría pasar por una consejería pero hay que recordar que la justicia dictaminó que no puede concurrir como número cinco de las listas del PP para las elecciones del próximo 4 de mayo al no haberse empadronado dentro del plazo del censo electoral.
En paralelo, Casado y Rivera no pierden el contacto mientras la absorción de Ciudadanos a manos de los populares va avanzando. Casado ha contado con los servicios del despacho de Rivera, Martínez-Echevarría & Rivera, para redactar el recurso de inconstitucionalidad sobre la nueva ley de alquileres catalanes aprobada en el Parlament el pasado mes de septiembre. Además, uno de los hombres de confianza del exnaranja, José Manuel Villegas, se incorporó al patronato de la Fundación Propósito, un nuevo think tank del PP. Y un último ejemplo: Marcos de Quinto, exportavoz económico también con Rivera, ha fichado para los populares como conferenciante experto en gestión empresarial. A pesar de las evidencias, Casado sigue negando el fichaje de Rivera.