Durísimo cara a cara en el Congreso entre Mariano Rajoy y Albert Rivera, donde el presidente del Gobierno ha calificado al líder de Ciudadanos de "aprovechategui" con el proceso independentista y le ha exigido "la misma lealtad que el PSOE en un tema tan importante". El dirigente de la formación naranja preguntaba por qué el Ejecutivo no había recurrido los votos delegados de Carles Puigdemont y Toni Comín, "dos prófugos" de la justicia. Rajoy se ha encendido y ha repetido en dos ocasiones que no tenía "legitimidad" para ello, según precedentes jurídicos.
"Este recurso no puede plantearlo el Gobierno de España porque hay jurisprudencia que dice que hay falta de legitimidad", ha repetido el jefe del Ejecutivo, según le habrían informado los servicios jurídicos del Estado. Eso ocurre porque serían los diputados los únicos que podrían pedir el amparo, tal y como han hecho Partido Popular y Ciudadanos en el Parlament. "No será porque no quiera presentar el recurso número 26 y permitirle así a usted hacer una pregunta", ha ironizado sobre los 25 recursos relativos al proceso que habría aprobado el Consejo de Ministros, y tras la aplicación del 155.
El hecho es que en las filas de Cs hace días que intentan denunciar la "laxitud" presunta de Rajoy con el proceso. Por eso, Rivera ha ignorado la explicación del dirigente gubernamental y le ha instado a recurrir los votos delegados. Ha afirmado que "dos prófugos" no podían tener "más privilegios" que otros diputados. "No puede mirar hacia otro lado, y si lo hace, no tendrá nuestro apoyo", ha denunciado el líder de la formación naranja. Este ha sacado una portada de diario donde rezaba que la fiscalía había probado que el 9-N se pagó con dinero público y ha lamentado la "tomadura de pelo" del "golpe de Estado".
La cuestión es que fuentes del Ejecutivo hace días afirman que el PSOE sería más leal que Cs con la causa del proceso, tal y como explicaba este diario hace semanas y más recientemente. De hecho, este miércoles hay Consejo de Ministros extraordinario a las 11 h para presentar el recurso y la petición de suspensión ante el Tribunal Constitucional de la reforma de la ley de Presidencia, que permite la investidura a distancia. "Es absurdo, no hay precedente en ninguna parte del mundo. No se puede depender de la voluntad de una sola persona, espero que se vuelva a la normalidad y el sentido común", ha cerrado Rajoy a la salida.